De acuerdo con la cláusula secreta firmada por los ministros de exteriores alemán y soviético, Joachim von Ribbentrop y Viacheslav Molotov en el Pacto Germano Soviético de No Agresión, dos semanas después de que los hiciera la Wehrmacht alemana, concretamente el 17 de septiembre, los soviéticos invadían Polonia por el Este desde Ucrania y Bielorusia.
Mientras que la escusa alemana fue el supuesto ataque polaco a una emisora de radio alemana en Gleiwitz, la escusa esgrimida por el Ejército Rojo fue “proteger a la fraternal población de Ucrania y Bielorrusia”, ya que estos eran casi la mitad de la población de los territorios del Este.
Cuando las fuerzas soviéticas atacan pillan a los polacos totalmente por sorpresa. El ejército polaco está pelando desesperadamente para intentar detener a las tropas alemanas en el Saliente Rumano e intentar resistir hasta que Francia e Inglaterra acudan en su ayuda. En la medianoche de ese 17 de septiembre el gobierno huye a Rumanía.
En algunas ocasiones tropas alemanas lucharon junto a las soviéticas, como en la captura de la Fortaleza de Brest, en la que los alemanes fueron apoyados por una brigada de tanques soviéticos.
Con casi todas las unidades polacas luchando contra los alemanes, tan solo queda el Cuerpo de Protección de la Frontera (Korpus Ochrony Pogranicza o KOP) con unos 20.000 efectivos, algunas unidades de la Defensa Territorial y unas pocas tropas regulares en retirada.
El Estado Mayor polaco en un primer momento ordena hacer frente a las fuerzas soviéticas, pero posteriormente cambia de opinión para que las unidades que continúan peleando contra los alemanes logren escapar hacia Rumanía y Hungría, para que desde esos países puedan ir a Francia o Inglaterra.
Por culpa de ordenes y contraordenes, y debido a la tremenda confusión reinante, diversas unidades resisten el avance soviético, aunque no son tan duros como los que ha estado dando el ejército polaco con la Wehrmacht, salvo en los arrabales de Vilna o Grodno. Los ciudadanos polacos de origen ucraniano, bielorruso y judío consideraban a las tropas soviéticas como libertadoras. De hecho grupos de nacionalistas ucranianos y comunistas organizaron diversas revueltas locales, como en Skidel.
El 28 de septiembre los soviéticos ya habían alcanzado la línea fronteriza, establecida en el Pacto de no Agresión, en los ríos Narew, Bug Occidental, Vístula y San. Ese mismo día el Ejército Rojo ejecutó a todos los oficiales polacos hechos prisioneros tras la batalla de Szack. Unos días antes ejecutaron a unos 300 prisioneros tras la batalla de Grozno.
Polonia está sola y abandonada. Francia e Inglaterra la dejan a su suerte. Aunque ambas potencia declaran la guerra a Alemania, no lo hacen a la Unión Soviética. El 6 de octubre Polonia ha caído en manos alemanas y soviéticas. Aunque derrotados militarmente, los polacos se niegan a firmar ningún tratado de paz.
La última unidad del Ejército Polaco en rendirse fue el Grupo Independiente Operacional "Polesie".
Unos 230.000 soldados polacos, según algunas fuentes la cifra asciende 452.500, fueron hechos prisioneros. En los primeros años de ocupación soviéticas un número de ciudadanos polacos, que oscila entre los 350.000 y el millón y medio, fueron deportados a la Unión Soviética. Muchos de ellos murieron sin poder volver a Polonia.
En la primavera de 1940 se llevó a cabo la matanza del bosque de Katyn, por orden de Lavrenti Beria, jefe del NKVD. En los bosques fueron ejecutados casi 22.000 oficiales del ejército, policías, intelectuales y civiles polacos.
Para saber más:
Crónica Militar y Política de la SGM, de editorial SARPE
La invasión de Polonia: El inicio de la II Guerra Mundial, de Juan Vázquez García
Contando Estrellas
ABC
The Cult
Crítica Marxista-Leninista
MediaVida
Ejército polaco Segunda Guerra Mundial