'La invención de Hugo', un homenaje al cine por todo lo alto

Once nominaciones a los Oscar, más el ya conseguido Globo de Oro al mejor director: la última película de Scorsese no se merece menos. Basada en un extraordinario libro de Brian Selznick, nos acerca a un París de principios de siglo XX en el que la historia de un niño huérfano se convertirá en un excepcional homenaje al mundo del cine. Podremos disfrutarlo en España a partir de mañana, viernes 24.

El libro en cuestión, La invención de Hugo Cabret (publicado en España por SM), es ya de por sí toda una joya. Planteado como una película muda, combina texto e imagen para narrarnos la historia que pareció enamorar al aclamado director: la de Hugo, un chico parisino que hereda de su padre un autómata averiado, el cual intenta reparar para paliar la soledad que su condición de huérfano le provoca. Dice el niño que máquinas y personas son felices cuando cumplen su función: lo que no sabe es que la de su aparato descacharrado irá mucho más allá de lo que imagina.

Sé que esta sinopsis es vaga, pero para qué destripar el argumento cuando hay muchos más argumentos para recomendarla. En primer lugar, la imagen: muchas películas en estos tiempos destacan en este aspecto, pero aun entre ellas Hugo sobresale. El nivel de cuidado es verdaderamente excepcional, convirtiendo cada cuadro en una impoluta obra de arte. Alguno sabrá de mi afición por las bandas sonoras: pues bien, también en este aspecto destaca, que, si se suman a la fotografía, llega a emocionar en algunos momentos -sin tener nada que ver con escenas lacrimógenas-. También podréis disfrutar -disfrutar- las escenas en 3D a las que ya nos empezamos a acostumbrar en este tipo de producciones.

El guión, correcto. La interpretación, también, con momentos fantásticos. Incluso el elegante toque de humor que ofrece a momentos -ver a Sacha Baron Cohen ya lo anticipaba- es perfecto. Y como colofón del filme, ese gran homenaje a los comienzos del cine que supone, con metraje real de aquellos tiempos.

La historia de un huérfano no sorprende, pero la ejecución -al igual que en el libro original-, lo cambia todo. Si hay que resumir la impresión que produce en una sola palabra sería belleza. Scorsese, chapeau.