¿Sabes que en Europa está permitido el uso de la radiactividad para esterilizar los alimentos? ¿Conoces el logotipo que deben mostrar esos productos en el etiquetado? ¿Has oído hablar de la molécula alquilciclobutana? Existe un gran desconocimiento sobre un asunto que podría llegar a influir en nuestra salud. En este artículo voy a intentar que tengas toda la información necesaria para decidir si quieres consumir o evitar los alimentos irradiados.
Esta técnica de conservación consiste en exponer los alimentos a radiaciones ionizantes con varios objetivos: alargar su vida útil (o sea, que tarde más tiempo en caducar); destruir los microorganismos patógenos (y no patógenos) que haya en el alimento; o retardar la maduración de frutas o la germinación de tubérculos. Por ejemplo, con este sistema se logra que a las patatas no le salgan brotes durante meses, aunque las tengamos guardadas a temperatura ambiente.
Proceso
El procedimiento más habitual consiste en sumergir los alimentos en un tanque de agua que contiene isótopos radiactivos. Este "baño radiactivo"esteriliza dichos alimentos sin alterar sus propiedades nutricionales u organolépticas. Esta técnica tiene la ventaja de evitar el uso de conservantes ya que los microorganismos son aniquilados por la radiación.
En la Unión Europea está permitida, de manera general, la irradiación de las hierbas aromáticas secas, especias y condimentos vegetales. No obstante, cada país tiene libertad para permitir el uso de esta técnica en otras categorías de alimentos como carnes, pescados, frutas, hortalizas, etc. En España, no se ha ampliado la autorización a ningún alimento más allá de los permitidos genéricamente en la UE. Eso no quita que se puedan comercializar en nuestro país productos irradiados procedentes de otros países, siendo obligatorio incluir en el etiquetado una advertencia del tipo: "irradiado" o "tratado con radiación ionizante".
Lamentablemente, esto no siempre ocurre. Hace unos años se descubrió que algunos de los alimentos irradiados que llegaban a España no advertían de esa circunstancia en su envase. No por error, sino para evitar el posible rechazo de los consumidores. O sea, que quizás has consumido alimentos irradiados sin saberlo.
Existe un logotipo, denominado "radura", que se utiliza para identificar aquellos productos que han sido tratados mediante radiaciones. Es el de la imagen de arriba y, como puedes comprobar, su aspecto y colores son parecidos a los logos que identifican productos ecológicos. Esta coincidencia seguro que no es fruto de la casualidad.
Consecuencias para la salud
Tanto las autoridades como la industria afirman que se trata de un método seguro sin consecuencias negativas para la salud. Sin embargo, al someter a los alimentos a ese baño radiactivo, se crea en ellos una molécula que no existe en la naturaleza: la alquilciclobutana. Un estudio realizado sobre esta molécula comprobó, en experimentación animal, que esta molécula actúa como una especie de acelerador del cáncer. Uno de los autores del estudio, el profesor Eric Marchioni, está intentando desde entonces que la Unión Europea lleve a cabo investigaciones complementarias para confirmar o desestimar estos preocupantes resultados.
Ahora llega el momento de que te formes tu propia opinión acerca de la irradiación de alimentos. Por mi parte, yo considero que podría ser una interesante alternativa a la utilización de pesticidas o aditivos conservantes. Sin embargo, me parece que las posibles consecuencias de esta técnica aún no están lo suficientemente estudiadas.
De otro lado, no debemos olvidar que, si se aplican buenas medidas de higiene, la irradiación no es necesaria; precisamente, esta técnica podría provocar que se abandonen (o relajen) las buenas prácticas de higiene. Por último, hay que hacerse una pregunta: ¿prolongar el período de conservación de los alimentos beneficia a los consumidores o al productor?
Si quieres saber más, en este enlace puedes ver un interesante vídeo que se emitió en la noche temática sobre este asunto.