La isla de Abel – William Steig

Cuando lo tienes todo, es difícil sobrevivir sin nada. Abel es un ratoncillo con mucha suerte: vive en un entorno civilizado y con todas las comodidades, feliz con su querida Amanda. Un día, una enorme tormenta los sorprende en pleno pícnic. Un viento huracanado se lo lleva y lo arrastra hasta un sitio desconocido. Una isla remota. Un lugar gigante y lleno de peligros donde deberá construir balsas, cruzar ríos, trepar árboles y buscar comida para sobrevivir. Así descubre la corteza de abedul y los tallos de diente de león, sus nuevas comidas favoritas. Abel está muy lejos del mundo que conoce, en un paraje hostil, donde debe apañárselas solo, y únicamente sueña con regresar a casa con su Amanda. Pero este Robinson Crusoe roedor pronto descubrirá los secretos maravillosos de la isla, y de la vida. Un viaje emocionante, poético y tremendamente divertido. Una de las obras maestras de la literatura infantil universal.

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Esta semana te hablaré de La isla de Abel, una obra de la literatura infantil que me ha parecido una maravilla. Descatalogada en nuestro país hasta hace bien poco. Ahora vuelve a estar disponible en una edición preciosa en tapa dura y con las ilustraciones de William Steig de la mano de Blackie Books.

La isla de Abel cuenta la historia de Abel, un ratón bien acomodado y felizmente casado con Amanda. Un día de verano, la pareja de ratones salen a hacer un picnic. De pronto se ven atrapados en una repentina tormenta. Al tratar de rescatar el pañuelo de Amanda, que voló accidentalmente por el viento, el pobre Abel es arrastrado por las aguas de la inundación hasta acabar en una isla deshabitada.

Este es un libro sobre el aislamiento y la separación. Abel queda atrapado durante todo un año en la isla. Y aunque hace grandes intentos por volver a casa, al mismo tiempo debe construir un nuevo hogar en la isla con tal de sobrevivir.

A medida que pasan las semanas y los meses, extraña sus libros, sus pinturas, su cómodo sillón, su ropa elegante, pero sobre todo a su amada esposa Amanda, en quien piensa constantemente. Cuando el ratón se enfrenta a su nueva vida al estilo de Robinson Crusoe, es cuando descubre sus propias fortalezas, y lo que es estar en sintonía con el mundo y con su verdadera naturaleza.

Nuestras impresiones sobre La isla de Abel

La narración de Steig, junto con sus ilustraciones, me sumergieron en la historia de una manera que supera con creces a otros libros infantiles que he leído. Enseguida me di cuenta de que era la historia perfecta para leer una tarde lluviosa.

El antropomorfismo no es nada nuevo en la literatura infantil. Tenemos muchos ejemplos de ello con autores como Beatrix Potter, A.A. Milne, E.B. White o Kenneth Grahame, que usan esta técnica para darles cualidades humanas a los animales. Y La isla de Abel es una historia tan profunda y tan bien escrita que es un ejemplo perfecto de ello. El lector ve atravesar a Abel una amplia gama de emociones y sentimientos. La soledad, el miedo, la curiosidad, la añoranza, incluso sus reflexiones sobre su yo interior.

La isla de Abel es una obra maravillosa. Como cualquier gran escritor, William Steig no rebaja la calidad de su escritura aunque sus lectores sean jóvenes. Nos ofrece algo más que una historia de supervivencia y aventuras, también nos revela la vida interior del protagonista.

En un momento dado, Abel encuentra una copia de la novela Hijos e hijas, una historia épica protagonizada por osos. Después de leer un capítulo sobre la guerra que ha estallado entre los osos, Abel comienza a reflexionar no solo sobre el libro sino también sobre su propia vida.

Lo que me ha encantado de La isla de Abel es que no sólo presenta un personaje que reflexiona, cuestiona, piensa y se hace preguntas, sino que también permite que el lector lo haga él mismo. Steig te invita a hacer algo más que simplemente seguir una historia de principio a fin. Te invita a meditar sobre la naturaleza y la identidad. En la soledad de la isla, este ratón comienza a comprender de una manera distinta el mundo que lo rodea y a entender su conexión con él. ¿Cuántos libros infantiles hablan sobre el significado de la vida de alguien?

La isla de Abel es más que la historia de un ratón que se queda atrapado en una isla. Es una historia sobre la fuerza interior, la persistencia y la determinación. Sobre encontrar alegría en los tiempos difíciles. Y más que nada, trata de un amor perdurable por alguien que está ausente.

Si no has leído esta deliciosa obra, te recomiendo que lo hagas, especialmente en un día lluvioso. Recuéstate en tu sillón favorito y disfruta de esta maravillosa historia... ya sea para ti mismo o para leérsela a un niño. No te arrepentirás.

Dónde comprar La isla de Abel

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También disponible en catalán: L'illa de l'Abel

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