Articulo publicado en el Blog viajero de ReservasdeCoches.com
Una de las visitas más recurridas en Nueva York es la Estatua de la Libertad. La poderosa señora que gobierna la ciudad se encuentra en la isla homónima, en la Isla de la Libertad, muy próxima a la Isla de Ellis. En esta ocasión, precisamente, hablaremos de esta última.
Ya dijimos en su día, en el post de ¿Cómo llegar a la Estatua de la Libertad?, que puedes optar por coger el ferry de pago que parte del parque Battery, situado en la punta sud de Manhattan. Este ferry hace una parada en la Isla de Ellis después de pasar por la Estatua de la Libertad pero muchos no bajan ni del barco porque no saben qué se pueden encontrar, qué hay de interés. Una verdadera lástima.
Durante muchos años, entre 1892 y 1954, la Isla de Ellis era la puerta de entrada para los inmigrantes que llegaban al nuevo mundo en busca de una oportunidad. En este lugar, en el edificio principal, eran inspeccionados legalmente y en el hospital se trataban a los enfermos. Además, había un edificio destinado únicamente a aquellos que padecían enfermedades contagiosas, entre otras estancias.
No obstante, la Isla de Ellis fue perdiendo esa función y se vio abandonada hasta que en 1990 se inauguró el Museo de la Inmigración. Se trata de una visita muy cercana, muy conmovedora, ya que cuenta historias reales de la época, objetos personales de los inmigrantes, cartas y fotografías entre otros. En un muro exterior del museo podrás ver escritos los nombres de más de 600.000 inmigrantes que pasaron por allí.
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Fotografía – Flickr
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