La isla de la mujer dormida
Un capitán de la marina mercante española es elegido para una peligrosa misión de piratería en el Mar Egeo, durante los años de la Guerra Civil española. La novela cuenta la historia de sus escaramuzas en el mar.
Me ha sorprendido ver en la ficha del libro que son casi 400 páginas. Y es que, aunque hay bastante relleno, se lee muy fácil. Diría que es de las mejores obras del autor de los últimos tiempos, o al menos a mí no me aburrido como otras. Por ejemplo, esa que transcurre durante la revolución mexicana es increíblemente tediosa, ya que todo son tiros y escaramuzas, y en realidad no tiene ningún argumento.
A ver, no nos engañemos, esta tampoco es que tenga mucha trama, pero está todo mejor disimulado. Y eso que el tema, la guerra, la guerra civil española en concreto, me hace bostezar solo con oírla mentar en una obra de ficción.
Pues esta es una novela bélica, por mucho que la editorial trate de vendernos que hay por ahí una trama romántica o algo así. Que no, que para que haya trama romántica tiene que haber amor, y no, no cuela.
Los fans de Pérez-Reverte estarán encantados pues aquí tienen la plantilla completa con la que el autor parece escribir sus obras: un protagonista duro, con su propia moral y su propio honor, descreído de todos los valores, incluido el patriotismo, de muy pocas palabras, idealizado en su misantropía; una pareja de amigos de bandos enemigos, pero cuya amistad está por encima de esas minucias; cigarrillos; descripciones extenuantes de armas y objetos (pero menos que otras veces, algo es algo); frases en lenguas extranjeras y nombres de marcas de la época; y, sobre todo, lo que no podía faltar, la mujer idealizada, distante, atormentada, pero muy superior a los hombres que la rodean, aunque no haga gran cosa en la trama, LA MUJER en sí, la ÚNICA mujer (literalmente), el interés "romántico" del protagonista, la Milady de siempre (solo que sin hacer las cosas típicas de ese rol).
Pues así, los personajes, ambientes, situaciones, ¡los mismos de siempre! Todo autor visita una y otra vez sus temas de referencia y se repite pero esto es un ejemplo de claro reciclaje.
La ambientación de la obra es correcta y sobre todo, eficaz, da igual si lo que se muestra es verídico o no, pero sí es verosímil y nos hace ver el escenario descrito y la situación, salvo por ese cliché de los amigos de los bandos contrarios, una especie de agentes dobles, que tienen un excesivo número de apariciones para lo que aportan. Además, estas, por cierto, son muy similares en su estructura, con lo cual producen un efecto de repetición un poco molesto.
Pero lo mismo pasa cada vez que aparecen el Barón y su mujer, la única mujer de la historia (sin contar a la criada-prostituta, uy, casi se me olvida que hay otra mujer). Una y otra vez nos cuentan los pensamientos y evocaciones del Barón sobre su mujer y cómo la conoció, etc, etc, etc, a través de un punto de vista narrador, que la verdad, no entiendo a qué viene. Y las charlas entre el protagonista y la mujer son casi siempre las mismas, en un tono elevado y sentencioso, como queriendo generar frases para que subrayen los fans... y es que lo diálogos a veces chirrían un poco, con esas respuestas secas, cortantes, aforísticas...
No podemos negarlo, aunque sea una novela correcta, da vueltas alrededor de una anécdota, que es la piratería y las misiones de interceptación de barcos soviéticos para la República española durante la Guerra Civil. Y para ser novela de acción y guerra, las escaramuzas ocupan relativamente poco entre tanta palabrería y reflexiones ya escuchadas muchas veces. La presentación es muy larga, juraría que hasta casi el 35% o 40% de la novela no empiezan a pasar cosas (el inicio es una especie de recluta de miembros del equipo, muy clásica, con un exceso de detalle sobre las vidas de esas personas que luego apenas interaccionan ni entre ellos ni con el capitán). Luego hay unos cuantos lances en el mar, hasta llegar a la que es la mejor parte o escena de la novela, la escaramuza final, la última batalla naval, aunque no me gustó para nada el epílogo.
Volviendo a la MUJER... y al "romance" que no hay, es una trama de relleno. Supongo que ocupa la parte de mensaje o de sustrato mitológico de la novela. Es decir, ya que estamos en Grecia, se puede pensar que el prota es un moderno Ulises que evita cantos de sirena o bien a las ninfas y diosas que tratan de retenerlo y evitar que regrese a su Penélope y Telémaco (con la diferencia de que a nuestro bravo héroe moderno le dan igual su mujer y su hijo, y también la MUJER). Con lo poco que habría costado meter algún conflicto en esta trama, no sé, algún dilema o drama, pero es todo tan... vacío, soso, tan sofisticado y aburrido.
En resumen, una novela de aventuras algo repetitiva y sin sustancia pero que no llega a aburrir, lo cual es positivo, viendo lo que hay por ahí. Entretiene un rato y luego se olvida, menos para los ultra fans de Pérez-Reverte, que la considerarán otra obra cumbre salida de la pluma del maestro...