La isla de las últimas voces. Mikel Santiago.

He leído todo lo publicado de Mikel Santiago hasta el momento. Disfruto mucho de sus historias cargadas de tensión y misterio, por lo que cuando se publicó La isla de las últimas voces no dudé en leerlo.
Nos situamos en St. Kilda, una isla en medio de la nada en el mar del Norte. Allí conoceremos a Carmen, una española que lleva algunos años viviendo y trabajando allí, en el acogedor hotel de Amalia, quien le ofreció en su día la oportunidad de empezar una nueva vida. Carmen decide quedarse en navidad en la isla, huyendo de su pasado de de las cenas familiares propias de la fecha. El temporal acecha y tanto la isla como los pocos habitantes que permanecen en ella quedan aislados. En este escenario aparece en los acantilados de la isla una misteriosa caja metálica de grandes dimensiones. Los pescadores la rescatan, sin saber lo que contiene ni las consecuencias de hacerse con ella...
En esta ocasión, aunque podría hablarse de una novela coral, donde cada capítulo lleva el nombre de uno de los personajes, hay dos protagonistas centrales en torno a los cuales se desarrolla la historia. Por un lado Carmen, de la que os acabo de hablar, y por otro Dave, un soldado del que prefiero no decir nada y que sea el lector el que descubra qué pinta en todo esto.
Casi sin darnos cuenta, desde la primera página el misterio nos envuelve, al igual que la angustiosa sensación de aislamiento en la isla, y es que nuevamente encontramos en la ambientación  uno de los puntos fuertes de la novela y del estilo de Mikel Santiago. Esa atmósfera inquietante que tan bien sabe crear, en la que te sumerges poco a poco, en la que sabes que algo trágico va a pasar, y que él sabe dosificar para mantenerte en vilo y atrapada entre sus páginas.
La lectura me ha recordado en algún momento a la serie "Perdidos", por el misterioso objeto, por lo que supone su aparición para los habitantes de la isla, pero no quiero desvelar más (si habéis visto la serie y leído el libro sabréis a lo que me refiero).
Me ha gustado  mucho reencontrarme con el autor, con esa típica forma suya de caracterizar a algunos personajes (en este caso Dave), resultando divertido e irónico en algunos momentos crudos, pero sin desentonar. En definitiva,  con La isla de las últimas voces nos adentramos en un thriller psicológico de alto voltaje con elementos sobrenaturales. Una lectura muy entretenida que va de menos a más, y que se lee de una sentada, pese a su extensión.