Revista Coaching

La Isla del Amor

Por Candreu
La Isla del AmorEsta mañana del día de San Valentín he impartido una sesión en una convención que se celebraba en un paraje idílico en el corazón de Extremadura: la Isla de Valdecañas. Un islote en medio de un pantano rodeado de montañas con árboles, grullas, cigüeñas, una playa, un embarcadero, varias urbanizaciones, un golf, un hotel... Las noticias de esta semana avisaban que todo lo que allí se había construido era ilegal, y por tanto habrá que derruirlo. Todo aquello se vendrá abajo. Por ser el día de los enamorados y encontrarme en ese sitio tan peculiar me he acordado de esta historia que alguien me contó una vez:
En una isla vivían todos los sentimientos y valores del hombre: el Buen Humor, la Tristeza, la Sabiduría... Un día, alguien avisó que la isla se hundía. Que en apenas unos meses esa superficie de tierra sería engullida por las aguas. Así que todos los habitantes construyeron barcos y partieron. Sólo el Amor se quedó esperando, solo, hasta el último momento.
Cuando ya la isla estaba a punto de desaparecer el Amor decidió pedir ayuda para salir de la isla y salvarse. Pasó por allí la Riqueza, en un lujoso yate lleno de tesoros, y el Amor le dijo:
- Riqueza, ¿me puedes llevar contigo?
- No puedo. Tengo mucho oro y plata en mi yate y no hay sitio para ti.
Entonces el Amor lo intentó con el Orgullo. "No puedo, aquí todo es perfecto y puede que tú arruinaras mi barca", contestó.
Vio cerca a la Tristeza y le pidió ayuda, pero ella le contestó: "Lo siento Amor, estoy tan triste que necesito estar sola". También abordó al Buen Humor, pero estaba tan alegre y hacía tanto ruido con sus carcajadas que no se enteró de la llamada del Amor.
Pero de pronto, una voz cascada y anciana le dijo:
- Ven Amor, te llevo conmigo a un lugar seguro.
El Amor se puso muy contento. Corrió hacia la barca, que rápidamente llegó a tierra firme. El barquero se marchó en cuanto el Amor desembarcó y entonces este se dio cuenta que había olvidado preguntarle al anciano barquero cómo se llamaba. Pero por allí pasó el Saber, y le dijo:
- Saber, ¿puedes ayudarme?  Necesito saber quien me ayudó.
- Fue el Tiempo- respondió el Saber
- ¿El Tiempo? ¿Por qué me ha ayudado el Tiempo?
- Porque sólo el Tiempo es capaz de entender cómo de importante es el Amor en nuestra vida.
Hoy, que es un día propicio para ello, no dejes de decirle a tu Amor, cuanto le quieres y cómo de importante es para ti. No sabemos cuánto tiempo más podremos tenerlo a nuestro lado. Dile que le quieres. Díselo. ¡Feliz San Valentín!

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