Hermanas y libro (1997) de Iman Maleki
Al principio no me lo creía. En cuestión de minutos y con solo cruzar la calle podría hacerme con una buena historia. Obviamente no fui la única que se dejó seducir por aquella especie de isla del tesoro. Muchos fueron los lectores que con asiduidad visitaban la tienda con la garantía de que el librero les proporcionaría la aventura deseada. En consecuencia, después del día de Reyes del año pasado nadie se esperaba el cartel de "liquidación". Preguntamos y la respuesta del librero fue de lo más sorprendente. Cerraba porque no le daban facilidades para adquirir los libros y el volumen de ventas de la tienda no bastaba como garantía. Y yo que creía que el prosaico objetivo de las editoriales y las distribuidoras era vender libros...Huérfanos de librería, cada uno se ha buscado la vida. Por suerte, a unos diez minutos a pie se encuentra otra isla del tesoro en la que habitan excelentes expertos. Sin embargo, esa no es la cuestión. Ya tenemos suficientes recortes en cultura y educación como para que nos priven de sitios en los que, pagando de nuestro bolsillo, podamos adquirirlas. Al paso que vamos la misma Nada que atentaba contra Fantasía en La historia interminable se nos comerá. Yo ya lo he empezado a comprobar. En mi avenida ahora queda un desierto donde antes hubo una isla del tesoro. Revista Diario
Ahora hace justo un año cerraba la librería de enfrente de mi casa. Duró literalmente un suspiro, desde el torrido julio de 2011 hasta la cuesta de enero del 2012. ¿Los motivos? Ninguno de los que seguro ahora mismo os vienen a la cabeza.