Que sí, que las palabras unidad y convergencia son bonitas, están llenas de esperanza y hasta podemos considerar que están de moda. ¿Pero de verdad estamos trabajando por ellas? Hagamos la pregunta a la cara y sin ambages. En absoluto salvo contadas excepciones.Durante estas semanas hemos tenido nuevamente las Marchas de la Dignidad, hemos trabajado de forma unitaria en unas marchas que, aunque no han salido tan bien como las del año pasado, han vuelto a poner la movilización en las calles en un tiempo donde lo electoral prima sobre cualquier otra cosa.Hace unos meses escribíamos un escrito sobre convergencia y consideramos que a día de hoy sigue vigente a pesar que vivimos tiempos políticos donde los días parecen años, donde cosas que han ocurrido hace solo unas semanas parece que han ocurrido hace meses.Hace unos pocos años en Izquierda Unida se debatía algo que se llamaba “la refundación de la izquierda”. Muchos compañeros que pedíamos un cambio en Izquierda Unida, refundar la izquierda real de este país para cambiar el país. Había sectores que no les gustaba eso de la refundación, preferían un cambio cosmético que no afectara a una organización que, a pesar de haber nacido como movimiento político, social y cultural empezaba a tener problemas de partido clásico y anclado en muchos sitios en lo institucional y sin pisar las calles.El resultado fue que la refundación no salió, hubo sectores que no quisieron llevarla adelante a pesar de los intentos del responsable de refundación, Enrique Santiago. En este sentido, compartimos las palabras de Alberto Garzón, si nosotras hubiéramos hecho nuestro papel otras formaciones no tendrían sentido, y esos mismos sectores que no defendieron la refundación son los mismos que están defendiendo políticas contra la convergencia poniendo excusas como el valor de las siglas o hablando de conspiraciones al hablar del nacimiento de fuerzas políticas. Es una indignidad con el futuro como se están tirando por la borda ganas, ilusión, esfuerzos y compromisos militantes de muchas y muchos. Es una locura que en vez de estar en estos momentos construyendo el proceso rupturista y con las ventanas abiertas de cara al exterior, estamos interiorizados degollándonos en el interior de nuestras sedes… Otra vez en lo mismo cuando todo ha cambiado y estamos inutilizando el momento histórico. Y ojo, también hay sectores de Podemos que por egos, estrategias electorales o por soberbia no quieren saber nada de convergencia.Tenemos la obligación de construir otro país, tenemos la obligación de derribar este régimen y para ello tenemos que luchar por crear unidad en todos los espacios posibles. En las calles y en las instituciones que tienen que ser el altavoz de la transformación que se tiene que dar en la calle.Tenemos que exigir a los actores políticos que estén a la altura, que abandonen su política de mirar en lo interno, que dejen el ego a otro lado y entre todos nos pongamos a construir un espacio político superador.
Iván García VacasFernando Jiménez Briz