La joven desconocida de la Sena

Una joven parisina apareció flotando en el río Sena a finales del siglo XIX. Todo parecía indicar que se trataba de un suicidio, pues no presentaba signos de violencia y, a pesar de haber muerto ahogada, su rostro mostraba una preciosa sonrisa serena.  

Su cadáver fue depositado en la morgue de París, expuesto al público, por si alguien pudiese reconocerla y dar datos de su filiación… Pero siguió siendo un misterio, ya que nadie identificó a esta “desconocida del Sena”.  

Un empleado del depósito, fascinado por la belleza de la muchacha, mandó moldear su máscara mortuoria en cera. Desde ese día, el plácido rostro de la misteriosa joven se convirtió en objeto de culto y adoración. En la época, se multiplicaron los encargos de esta figura a los escayolistas del suburbio de Arcueil. Todo el mundo elegante quería tener esta máscara en la pared de su salón, superando ampliamente las ventas de las de Napoleón, Robespierre o Beethoven. 

Su máscara también sirvió para fabricar el primer maniquí de reanimación cardiopulmonar de la historia. Desde ese momento, el simulador de RCP conocido como Resusci Anne, necesario para realizar las prácticas de la RCP (Resucitación Cardio Pulmonar), ayudaría a salvar millones de vidas, mientras que de ella se acabaría asegurando que era la mujer “más besada” de la historia… 

Fue un anestesiólogo, el Dr. Peter Safar, quien encargó a Asmund Laerdal, reconocido fabricante noruego de juguetes, un maniquí en el que todos pudieran practicar RCP. Fue entonces cuando el noruego recordó la máscara de la desconocida sonriente, que había visto colgada en casa de sus abuelos, decidiendo utilizar el rostro de la joven del Sena en su primer maniquí de reanimación, al que llamó Resusci Anne.  

Resusci Anne fue presentada en el primer Simposio Internacional sobre Reanimación en Stavenger (Noruega), en septiembre de 1960. 

Desde entonces, los estudiantes de primeros auxilios llevan más de cincuenta años intentando revivir a la joven del Sena, en todo el mundo. A fecha de hoy, más de 500 millones de personas han recibido capacitación en RCP con Resusci Anne y se lograron salvar más de 2.5 millones de vidas.