John Harding (1951) es uno de los novelistas contemporáneos más versátiles de Gran Bretaña. En sus inicios fue reportero y redactor de periódicos y revistas, pero pronto se centró en la literatura como ocupación única.Con este título y esta portada tan atrayente no tenía otra opción que leer esta novela. A ello hay que añadir que se trata de una traducción de Alejandro Palomas. Nos encontramos ante una historia de tintes góticos y siniestros que nos mantendrá atentos a cada página hasta el desenlace final.Nueva Inglaterra, década de 1890. El doctor Shepherd llega a una isla remota con el objetivo de formarse y adquirir experiencia como psiquiatra en un manicomio de mujeres bajo las órdenes del doctor Morgan. Pronto será testigo de los tratamientos poco convencionales y de las duras e insensibles condiciones a las que se ven sometidas las internas, a lo que se suma una serie de episodios misteriosos que tienen lugar al caer la noche. Será entonces cuando el doctor Shepherd proponga llevar a cabo otro tipo de terapia con las pacientes, basada en el trato afectuoso y empático con las mismas. La interna escogida para probar el nuevo método será una joven, Jane Dove, con amnesia a la que le apasionan los libros, pero que no sabe leer. Ella lo cambiará todo...Narrada en primera persona, acompañaremos al doctor Shepherd en sus propósitos y en su día a día en la institución, y descubriremos que nada ni nadie es lo que parece, ni siquiera él...
John Harding crea un ambiente inquietante y misterioso, con varias historias en paralelo, que atrapa al lector desde el principio. Sus personajes están muy bien perfilados, hasta tal punto que, pese a sus sombras, llegan a despertar la simpatía y complicidad del lector. Muy recomendable.
