La Joyería, arte desde el principio de la humanidad.

Desde que se nos considera homo sapiens hemos utilizado abalorios para decorar nuestro cuerpo, nuestras ropas…. Se han encontrado objetos tipo pendientes en yacimientos desde el hombre de las cavernas. Pero hasta que no nos asentamos y empezamos a formar civilizaciones, a saber trabajar los metales y a extraer las piedras preciosas de la roca, no fue que la joyería nació.

• Unos de los primeros artesanos que usaron metales preciosos y dotaron a las joyas de estatus, fueron los Egipcios. Elaboraban alhajas que luego se usaban como amuletos, decoración, ajuar funerario… Muchos de ellos servían como premios, tanto a hazañas bélicas como a civiles, o para identificar el rango de los que las portaban. En su mayoría eran elaboradas en oro, cobre y plata e iban adornadas de jade, rubís o lapislázuli.
• Los Griegos continuaron y perfeccionaron las habilidades egipcias para la elaboración de estos tesoros. En muchos casos se elaboraban para realzar la belleza, en su mayoría de las féminas, además de usarlas como ofrendas para sus dioses. Marcaron un nuevo camino al usar la inspiración en la naturaleza a la hora de elaborar estas maravillas y de esta nació la famosa corona de laurel. No solo servia a la realeza (tal y como se ha hecho popular) si no que se usaba en acontecimientos deportivos, donde se coronaba al ganador. Los Griegos además crearon los Camafeos con ágatas y empezaron a aplicar técnicas de grabado sobre todo en oro adornando con piedras preciosas o ámbar.
• Con la llegada del imperio Romano la joyería dio un salto en la escala social, las joyas indicaban el poder de las personas que los portaban. Elaboradas en Oro, plata, pasta vítrea y adornadas con piedras preciosas, cerámica o perlas solo se las podían permitir unos pocos. Eso si el imperio también es responsable del anillo de compromiso tal y como lo conocemos, ya que esta joya se forjaba en hierro y era considerado un símbolo de eternidad entre los que se lo regalaban.
• En Oriente Próximo los artesanos joyeros llevaron su inventiva a objetos cotidianos como navajas de afeitar o espejos de mano. Además aplicaron nuevas técnicas para el adorno de los objetos como fueron los trabajos de filigranas o granulados en Oro y Cobre. Ellos fueron los responsables de la creación de la Lebrija, un candelabro elaborado en Oro y que se creía que tenía poderes divinos.
• Con los Bizantinos llegaron los símbolos cristianos como las cruces, además del gusto por portar muchas joyas, esto derivó en la creación de abalorios y adornos para la ropa. Cuanto más mejor se podría decir…
• En la época Precolombina las alhajas eran destinadas a los ornamentos de los jefes y o de los sacerdotes, se elaboraban en oro o plata y se adornaban con esmeraldas. También se usaban como ajuar funerario.

Sea como sea, las joyas nos llevan acompañando mucho tiempo y en muchas épocas distintas. Así es que en la edad media se llegaron a prohibir el uso de estas al pueblo ya que era símbolo de estatus social y solo lo podían llevar los reyes, los comerciantes más ricos o el clero.

Con el Renacimiento llegó el resurgir de la joyería, al igual que el del arte o la arquitectura. En nuestro caso se empezaron a aplicar técnicas innovadoras, como resultado fueron usadas en la decoración arquitectónica, se usaban esmaltados, se empezaron a bordar las prendas con metales preciosos e incluso se hacían incrustaciones de piedras preciosas. Fue una época dorada en muchos sentidos y en la joyería también, ya que se involucraron en el diseño los grandes pintores y escultores de la época, dando como resultado verdaderas obras de arte.

Una época muy fructífera para la joyería y que nos acerca a lo que hoy conocemos, fue la Revolución Industrial. Gracias a las nuevas máquinas se pudieron empezar a trabajar piedras mucho más duras, con el consecuente auge de los diamantes. También gracias a estas máquinas se comenzó con la fabricación en serie, bajando los costes de producción, lo que tuvo dos consecuencias directas. Por un lado la creación de la bisutería, al copiar las grandes joyas en materiales menos nobles. Y por otro la especialización y escasez de los verdaderos artesanos joyeros. A propósito de esto y ya en siglo XX gracias a Rene Lalique se acuña el concepto de joyería de autor. Ahora ya no se tiene tanto en cuenta el precio, se cuidan las formas, los materiales y se busca la originalidad en cada pieza dandole el toque único.

Gracias al paso que dio Rene Lalique la joyería pudo mantener en gran parte su carácter de artesano. Si bien nos valemos de la tecnología para elaborar nuestros productos, existe todavía ese proceso de diseño, estudio y creación de la pieza que hace que esta profesión brille con luz propia, tal y como lo hacen sus joyas.

Espero que os haya resultado interesante. Si ha sido así no os olvidéis de comentar, compartir y dar a me gusta y si queréis saber más sobre la evolución de la joyería, podéis leer este interesante artículo que nos ha servido como referencia.