Revista Cultura y Ocio

La juez Ayala

Por Alejandropumarino

La juez Ayala

Leo que la juez Ayala tiene un montón de seguidores en una conocida red social, empezando a ser una estrella mediática de la judicatura, como lo era Garzón. Existe una diferencia sustancial entre ambos casos: Mientras D. Baltasar buscaba los casos sonados, a la Sra. Ayala le cayó en su juzgado un asunto de seiscientos setenta y tres millones de euros en expedientes reguladores de empleo presuntamente falseados, que convierten en calderilla los diez millones de dádiva que Manuel Chaves tuvo con la empresa de la que su hija era apoderada.

Garzón gustaba de la propaganda, de la aparición en los medios y nunca tuvo grandes inconvenientes en acudir a entrevistas en televisión de cierto perfil, como la que le hizo Jesús Quintero. La juez Ayala alcanza su popularidad precisamente a través de sus silencios, exponente de la discreción que debe caracterizar la labor judicial. En esta Asturias próxima y reciente, tenemos el ejemplo de otra Magistrada que actuó en un caso con connotación popular y política, el del Sr. Riopedre, demostrando su profesionalidad y su discreción, algo que nunca llevó bien D. Baltasar, quien tampoco ocultó sus pretensiones políticas, necesariamente alejadas de la judicatura, que se acerca más a un sacerdocio.

La Sra. Ayala tendrá que bregar contra las zancadillas que se le pondrán desde el poder ejecutivo, cuando encuentre trabajadores como D. Antonio Fernández, capaz de soportar la actividad laboral en las bodegas González Byass desde el momento de su nacimiento, o cuando encuentre trabajadores jubilados en una empresa para la que nunca han desarrollado actividad laboral alguna. El escándalo está servido por los mismos que califican de generalizada la corrupción puntual que aparece en el Partido Popular para intentar obtener un rédito político por una actuación delictiva de determinados sujetos; mejor se ocupaban todos ellos de perseguir este tipo de irregularidades tristemente frecuentes en la totalidad de partidos políticos, y ofrecían a la ciudadanía una transparencia en el patrimonio de los servidores públicos y en la gestión del dinero de todos.


Volver a la Portada de Logo Paperblog