Hay cosas en el cine que no se pueden perdonar, y una de ellas, es que destrocen a un personaje tan carismático y querido como es John McLane, y con La jungla 5, lo han conseguido. ¡Maldita la hora en que se me ocurrió ver la película!
Y es que nada se salva en ella, y estas deseando que se acabe, pues no consigue ni entretener lo suficiente con sus tiros y persecuciones de artificio. El director John Moore, ha conseguido lo impensable, que no desee una sexta entrega de la saga.
En esta ocasión, a McLane, le ha salido un hijo metido en la CIA, que esta preso de los rusos. Por supuesto, John, no duda en acudir a rescatarlo, a pesar de no tener una buena relación con su hijo. Todo acabar en que los dos se necesitan para poder salvarse mutuamente, y pos supuesto, salvar al mundo.
Nada hay de gracioso en el personaje, incluso me atrevería a decir, que si hubieran cortado el momento en el que dice su mítico Yippy Ka... podríamos pensar que no se trata de McLane, y así poder pasar mejor el trago. Las cuasi bromas que hace el personaje, pierden todo su cinismo, e incluso alguna me parece hasta infantil, algo que no es propio del agente de policía que no para de decir tacos, cuando rescata un edificio, un aeropuerto, o una ciudad. Y tampoco le pega el hijo que le han colocado, interpretado por Jai Courtney, más le pega hacer de villano, que de hijo de McLane. Por cierto, el villano tampoco es muy bueno.
No me apetece mucho hablar de esta película, pues me ha sentado bastante mal lo que le han hecho a un personaje que me gustaba tanto. No me queda más remedio, que no recomendar la película, y pedir por favor, que cambien los nombres a los personajes y al título de la película, y olvidemos que era de la saga Jungla de Cristal.
Revista Cine
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