La Junta de Andalucía pagará la fecundación «in vitro» de una pareja de etarras

Parece ser que la decisión depende de un juez a instancias de Instituciones Penitenciarias y con relación a los derechos que tienen los reclusos en este nuestro país. Uno, personalmente, preferiría que este tipo de especie no se reprodujese, aún estando, como está, en peligro de extinción, pero eso, no deja de ser una opinión. La fecundación in vitro es una técnica dificultosa y cara, que la mayor parte de las parejas españolas que son incapaces de concebir de modo natural, deben costearse a través de centros privados por lo costoso que resulta conseguirlo a través de la sanidad pública. A lo que se ve, la condición de interno en un centro penitenciario o la pertenencia a banda armada, favorece la agilización de los trámites precisos para acceder a ese derecho. Dos reclusos etarras. Sin convivencia. Dos culpables del peor delito, el de la cobardía del disparo en la nuca, de la imposición de las ideas a través de la violencia, van a gastar el dinero público, por orden de un juez, a instancias de Instituciones Penitenciarias, en reproducirse a través de métodos artificiales. Los internos pierden el derecho de la libertad, pero no de la procreación, de forma que ahí los tenemos, dispuestos a traer a este mundo a un nuevo “gudari” que luche por la libertad de su pueblo. Ojalá que sea diferente de sus padres y lo haga con las palabras en vez de con las pistolas.