Tenía todo el sentido del mundo que la justicia fuese independiente aunque no me habían salido los primeros cuatro pelillos del bigote que ya empecé a sospechar.
Hoy en día los cuatro pelillos se han convertido en una molesta barba y la sospecha sobre el poder judicial en una triste realidad. Que la justicia en este país está totalmente politizada no es ningún secreto pero es que además se ha convertido en un circo sin sentido!En las últimas semanas he tenido que asegurarme varias veces de que las noticias que estaba leyendo no eran de El Mundo todayo del El Jueves sino que correspondían realmente a la prensa seria nacional.Leí avergonzado que 10 años después deldesastre del Prestige aquí no pasa nada, la mayor catástrofe ecológica en aguas de Europa se salda con la condena al capitán Mangouras por el delito de desobediencia al negarse a que el buque fuese remolcado.
Pese a esta condena, el capitán del barco, el único de los acusados para el que la Fiscalía pedía pena de prisión (12 años), no tendrá que ingresar en la cárcel debido a su avanzada edad. Joer que le hubiesen juzgado 10 años antes!
La fiscalía debe tener también la pulserita del todo incluido en el bar del juzgado al pedir hasta 9 años de cárcel a los acusados de dar 3 tartazos de merengue a la presidenta de lacomunidad de Navarra Yolanda Barcina.
Mientras tanto gentuza como Millet está en el sofá de su casa prórroga tras prórroga de su juicio, sabiendo que al final todo quedará en nada.
Rodrigo Rato tras estafar a medio país ni siquiera está acusado y Camps da plantón al juez Castro durante el fin de semana en el caso Noos y aquí nadie dice nada.
Realmente con todo lo que está pasando en el país aún no sé como las calles están tan tranquilas…
Finalmente quiero hacer llegar mi admiración a DavidFernández de la CUP, no por la reprimenda a Rato, sino por el aguante que tuvo que tener para no estamparle el zapato en los morros.
Estoy convencido que si en ese momento hubiese habido un referéndum a golpe de ratón en España para lanzar o no el zapato David hubiese vuelto a casa descalzo.