Revista Medio Ambiente

La justicia explicada con un pepino

Por Davidalvarez
La justicia explicada con un pepino
Recientemente estamos siendo testigos de varios acontecimientos que han hecho que nos planteemos el sentido  de la palabra "Justicia". Tras la avalancha de juicios por corrupción y estafa en los que muchos de nuestros servidores públicos están inmersos, nos asalta la duda acerca de lo que es justo o no, o más bien de si la aplicación de la Justicia depende del estatus social de cada uno, del tamaño de su cartera, de lo azulada de su sangre o de las afinidades políticas de los jueces encargados de impartirla.
Según el diccionario de la Real Academia de la Lengua, la Justicia es la que inclina a dar a cada uno lo que le corresponde o pertenece, basándose en los principios de Equidad, Derecho y Razón. Así expuesto, parece que el concepto de Justicia es un atributo exclusivamente humano, ya que desde nuestro punto de vista antropocéntrico, sólo nuestra especie es capaz de distinguir lo que es un pago equitativo por una determinada acción.
Hace un tiempo vi una conferencia del primatólogo Frans B.M. de Waal, sobre el comportamiento moral en los animales. Básicamente intentaba explicar si los sentimientos morales, que normalmente atribuimos en exclusividad a los seres humanos, se daban también en otros primates aparte de nosotros. Uno de los dos pilares de la Moralidad es la Reciprocidad, entendida como el pago justo por una determinada acción. Por ejemplo, a todos nos parecería justo que si trabajamos 8 horas cobremos más dinero que si trabajamos 4 horas. Asimismo no nos parece justo que si dos personas realizan el mismo trabajo, una reciba más sueldo que la otra (algunos empresarios no comparten esta idea y por eso pagan distintas sueldos por el mismo trabajo dependiendo del sexo que tenga el trabajador).
En un artículo publicado en la revista Nature en 2003 titulado "Monkeys reject unequal pay" ("Los monos rechazan la desigualdad en la remuneración"), el grupo del Dr. de Waal exponía los resultados de un curioso experimento al que sometió a dos grupos de monos capuchinos (Cebus apella) a un test de tareas y recompensas. Dos ejemplares tenían que realizar una misma tarea (darle una piedra al investigador) y si la realizaban bien los dos recibían una recompensa. A uno de ellos se le daba una uva y a otro una rodaja de pepino. Por supuesto los dos monos podían verse entre sí y podían ver la recompensa que recibía el otro por la misma tarea.
La justicia explicada con un pepinoMuecas de desagrado en un grupo de primates tras probar unas rodajas de pepino
No hace falta decir que, tal como expuso el propio Dr. de Waal, el valor de la recompensa curiosamente coincide con el precio de la misma en el mercado. Las uvas son mucho más sabrosas y más caras que los pepinos y por supuesto, a los monos capuchinos, que no son tontos, les gustan más las uvas que los pepinos. Curiosamente, otro primate, el ser humano, tiene unos gustos similares a los de los monos capuchinos. Como ejemplo, tenemos la imagen anterior en la que se observa la cara de disgusto de un grupo de primates cuando el líder de la manada les sugirió que degustaran unas rodajitas de pepino para poner en valor la agricultura patria, un poco defenestrada tras la crisis de esta hortaliza que tuvo lugar años atrás. También coincide con las preferencias de los monos capuchinos la diferencia entre la defensa del pepino y la del jugo de las uvas que hizo hace tiempo el mismo líder. Ni que decir tiene que la defensa del zumo fermentado de uva fue mucho más alegre y efusiva, proporcional a su valor de mercado y a su contenido alcohólico.
Una de las pruebas del experimento del Dr. de Waal la podéis ver en este vídeo, que es un recorte de la conferencia que he mencionado anteriormente. Aunque no entendáis todo lo que se dice, en este caso creo que las imágenes son lo suficientemente explícitas para comprobar la reacción del capuchino que recibe el pepino mientras observa como su vecino recibe una uva por el mismo trabajo (A partir del minuto 1:20).

Curiosamente, cuando el primer capuchino recibe la primera rodaja de pepino como recompensa de su tarea, no protesta y se la come. Pero la segunda vez, tras haber observado que su vecino recibe una uva por el mismo trabajo, entonces protesta y se enfada ostensiblemente.  Todo parece indicar que al primer capuchino no le parece justa esa diferencia de recompensa por la misma tarea. Otro resultado curioso de este experimento fue que los machos y las hembras no respondieron igual al experimento. A pesar de que el tamaño muestral no fue lo suficientemente elevado para extraer conclusiones significativas entre los dos sexos, todo parecía indicar que las hembras prestaban mayor atención que los machos al valor de las recompensas en relación al trabajo realizado.
Tal como comenta el Dr. de Waal, este experimento se hizo muy famoso y recibió muchos comentarios, no solo de biólogos del comportamiento, sino también de antropólogos, economistas y filósofos. Lo curioso es que no les gustaron los resultados, porque tenían en su mente la idea preconcebida de que la justicia es un concepto muy complejo y que por supuesto los animales no podían comprenderla. Incluso uno de ellos llegó a decir que era imposible que los monos tuvieran sentido de la Justicia, porque según él, la Justicia se inventó en la Revolución Francesa.
Parece evidente que la moralidad no es algo exclusivamente humano, y que no solo los primates sino otros grupos de animales tienen desarrollado un cierto sentido moral. Si os interesa el tema os aconsejo que veáis la conferencia completa del Dr. de Waal, dura tan sólo un cuarto de hora y está subtitulada al castellano.
Referencias
Brosnan, S., & de Waal, F. (2003). Monkeys reject unequal pay Nature, 425 (6955), 297-299 DOI: 10.1038/nature01963

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