Un Roberto monumental regaló al Olympiacos un fundamental 1-0 ante la Juve: los griegos jugaron una gran primera parte pero acabaron el partido sufriendo y la victoria llegó gracias a una actuación increíble de su portero. Para los italianos otra decepción europea que puede costar muy cara.
Allegri decidió salir de inicio con Pirlo, dejando aMarchisio en el banquillo, y con Morata en lugar de Llorente en la delantera. Míchel, por su parte, dio la sorpresa presentándose sin Afellay en el once inicial: el técnico prefirió utilizar en su 4-4-2 a N'Dinga, una elección que le garantiza más cobertura a la hora de defenderse.
El encuentro empezó con los locales presionando muy bien y obligando varias veces a la Juventus al mal pase, aunque los bianconeri casi rompieron el partido tras un saque de esquina: Morata cabeceó para Tévez, que pudo superar a Roberto pero no a Elabdellaouisituado en la linea de la portería. Los italianos crearon peligro otra vez tras un corner (anulado justamente un gol de Tévez por fuera de juego) pero el Olympiacos parecía tranquilo en el césped, casi esperando su momento. Los locales saben conceder poco espacio, presionar, y hacer mucho daño con el contragolpe.
Si Pirlo era duda antes del partido, era simplemente porqué esta muy lejos de su mejor condición, algo que en el Karaiskákis se vio y mucho. El talento de la Juve perdió una cantidad de balones inusual para su clase, y uno de estos costó muy caro: contra letal armada porDomínguez, Mitroglou y Kasami, que logró un merecido 1-0 para los griegos.
La Juve comenzó la reanudación buscando el empate, aunque tras una buena ocasión de Lichtsteiner los italianos casi encajaron el 2-0 otra vez con Kasami, que desaprovechó un pase perfecto del imparable Domínguez.
Los bianconeri, ya sin Pirlo (sustituido por Marchisio en el minuto 57) a partir de allí tomaron el mando del choque y volvieron a hacerse peligrosos con Morata, Pogba y Tévez, pero se encontraron con un Roberto gigante, que paró todo lo que se acercaba a su portería. El ex-merengue, el mejor de los suyos, llegó a pocos centímetros del 1-1 en el minuto 80: su gran disparo se topó con el travesaño después de otro paradón del español.
El Olympiacos aguantó hasta el último minuto sufriendo muchísimo, pero al final pudo celebrar otra hazaña y lograr su quinto triunfo consecutivo de Champions en su estadio. La Juve ve ahora complicarse bastante su camino en la liguilla: para alimentar la esperanza de clasificarse hará falta vencer a los griegos en Turín. Algo que no será sencillo si Roberto seguirá en su versión 'Santo'.