“La juventud es un divino tesoro”, como dicen los que ya no lo son tanto y saben muy bien de lo que hablan .Un tesoro, que al igual que todo tesoro, guardamos en vasijas de barro;pero llegarán los años en que la experiencia te dará una galletada y querrás tapar el sol con un dedo;sin embargo,por más que intentes borrar con el presente todo lo que escribiste a puntadas de inmaduerez, lo leerán tus hijos y tu terapeuta.
“Anabella era realmente bella y eso no era malo. Lo malo en Anabella era, que con sus 14 años, no sabía que hacer con tanta belleza. Los cumplidos que le hacían aumentaban su ego dándole más importancia a las cosas que giraban en torno a cualquier tema, excepto,de la escuela.Su familia era muy humilde,la madre trabaja mucho para que ella pudiera dedicarse a los estudio;pero Anabella parecía haber olvidado su juicio sobre la cómoda.
Lo menos que había en su cabecita eran las lecciones de español o de matemáticas o el esfuerzo de mamá;su única preocupación era que tal se veía su cabello,como podría entrar al grupo de chicas más populares del colegio y conquistar al chico guapo.
Muchos profesores la aconsejaron al darse cuenta del camino tan peligroso que tomaba,salía mal en las lecciones y eso parecía no importarle mucho.
Para su buena o mala suerte el chico guapo se había fijado en ella; pero como resultó ser otro presumido, creyó que el hecho de que pudiera ser su novia requería,”ciertos sacrificios”, con los que ella concordó. Nada era más importante que este hecho memorable en su vida,sería su inicio a la popularidad en el colegio.
Los esfuerzos y la preocupación de su madre no los veía como algo positivo, su única idea era que trataba de amargarle su diversión y le impedía vivir su juventud;por lo cual ,engañarla solo seria un aporte a su propia y egoísta felicidad .
Muy pronto comenzaría el listado que le costaría la popularidad.Difícil pudiera tener tiempo para el estudio, ser popular resultó tan complicado como las matemáticas;pero de números sabía lo mismo que de letras.
Solo ella sabe todos los sacrificios que hizo para lograr ser la chica más popular del colegio;novia del chico más guapo.La verdad es que hoy, no es la misma jovencita.
Su mirada se ve triste y cansada; reprobó el grado y su madre casi muere de tristeza la noche que llegó tarde a casa. Rompió con su novio, quien al día siguiente ya la había sustituido sin más. Después de esa noche no habla,no escucha,no siente;se pasa horas en la tina,estriega la piel un y otra vez hasta que el llanto la obliga a detenerse. Sigue siendo bella;pero la imagen en el espejo dice mucho de sus errores.
Hoy cumple sus 15 años y si ,consiguió ser popular;es la protagonista de esta triste historia.Debe llegar temprano al médico, tiene consulta con el ginecólogo; dentro de tres meses será mamá. Ella, que no sabe nada de letras ni de números;pero calculando los hechos de la forma en la que decidió hacer las cosas,sabe que este resultado, le costará su futuro.
“Quita, pues, el enojo ,y aparta de tu carne el mal;porque la adolescencia y la juventud son vanidad.(Eclesiastés 11-10)”