Una portada más de Vogue que protagoniza la incombustible Kate Moss, cuya estrella parece no agotarse nunca. En esta ocasión ha sido fotografiada muy maquillada, peinada con un estilo retro y en traje de baño y bikini, por Mario Sorrenti. El ambiente es muy veraniego como corresponde a la época, playas, arena, palmeras, piscinas, tumbonas..