No miento si te digo que he esperado dos o tres días después de terminar el libro para escribir esta entrada y ordenar un poco el abanico de ideas y sensaciones que me ha dejado. La primera vez que oí hablar de La ladrona de libros fue con motivo de la película que se estrenó hace un par de meses.
Sin embargo, en cuanto me enteré que era la adaptación de un libro de Markus Zusak que se llamaba igual me aguanté las ganas de verla, fiel a ese
"Un buen ladrón necesita muchas cosas.
Sigilo. Audacia. Resolución.
Sin embargo, mucho más importante que todo lo demás era un último requisito: la suerte.
Comenzaré dando un par de pinceladas generales y luego ya te daré mi opinión personal más fundamentada, Te recomiendo que esa parte no la leas si tienes intención de leer el libro. Tranquilo que yo te aviso ;)
El argumento
Estamos en la Alemania nazi en plena II Guerra Mundial. Liesel Meninger, una simple niña de nueve años, es enviada a Molching a vivir con una familia de acogida compuesta por Hans Hubermann y su esposa Rosa. Tras la trágica muerte de su hermano pequeño -hacía unos pocos días- Liesel tiene que enfrentarse a un nuevo hogar, unos nuevos padres, un nuevo colegio... Y además no sabe leer, por lo que sus compañeros se ríen de ella y la llaman idiota -como sea que se diga en alemán-. Pero Liesel está decidida a cambiar eso, y por tanto pide ayuda a su nuevo padre, quien trabaja con ella en la lectura de un libro titulado "El manual de los sepultureros", libro que curiosamente había encontrado en la nieve tras el funeral de su hermano...
Este es el principio del libro y con esto me basta y me sobra para recomendártelo, puesto que no es la típica historia del Holocausto: los acontecimientos se desarrollan en Alemania, a cientos de kilómetros de la guerra propiamente dicha. A pesar de que supera las 500 páginas La ladrona de libros no se hace en absoluto pesado, pues la historia de Liesel te absorbe y te llega desde el minuto uno. ¡No te vas a arrepentir!
Algunos pensamientos sobre "La ladrona de libros" (Contiene Spoilers)
La verdad es que las primeras cuatro o cinco primeras páginas del libro se me hicieron un poco raras porque no captaba quién era el narrador, pero una vez caí en que era La muerte todo empezó a encajar. La historia de Liesel es sólo una de las muchas que este narrador tan inusual ha conocido a lo largo del paso del tiempo y nos la cuenta empezando muchas veces por el final, spoileando -como estoy yo haciendo ahora si no has leído el libro- lo que va a pasar y jugando con el lector para llamar su atención.
Y esto, que podría haberme molestado, a medida que me iba acostumbrando no me ha parecido tan mal, pues pensándolo bien sabiendo el final -la muerte, inevitable y certera para todos- lo que importa es lo que transcurre a lo largo del camino, es decir, la vida. Y esto queda muy patente en la obra, donde ya conocemos los tres hechos significativos que marcan la vida de Liesel desde el principio aunque no los sepamos situar exactamente en su contexto.
“Lo cierto es que durante los años en que duró la hegemonía de Hitler, nadie logró servir al Führer con mayor lealtad que yo. El corazón de los humanos no es como el mío. El de los humanos es una línea, mientras que el mío es un círculo y poseo la infinita habilidad de estar en el lugar adecuado en el momento oportuno. La consecuencia es que siempre encuentro humanos en su peor y mejor momento. Veo su fealdad y su belleza y me pregunto cómo ambas pueden ser lo mismo. Sin embargo, tienen algo que les envidio: al menos los humanos tienen el buen juicio de morir.”
Los personajes me han parecido muy reales, todos ellos cuentan con personalidades que no nos resultan ajenas y podemos encontrar en nuestro entorno. Rudy, Hans y Max me han encantado por su valentía, pero sobre todo me ha gustado Rosa por esa evolución que se nos presenta a lo largo del libro, esa mujer tosca que al principio nos parece horrible pero que en realidad tiene un corazón enorme y un papel muy imporante en la trama. Porque en la vida al final uno puede construirse una coraza para defenderse pero esconder en el corazón un verdadero tesoro.
Por otro lado, el desarrollo que vivimos con Liesel y su amor creciente por la lectura hacen que se le tome cariño desde el primer momento y hasta me sienta identificado con ella en muchos aspectos. Leer salva a Liesel de la vida no, leer le salva la vida a Liesel, y esa sensación la he tenido yo mismo muchas veces -y tú seguramente también si te apasiona leer tanto como a mí-. Para Liesel las palabras acaban teniendo un poder que jamás había imaginado, dan forma a sus pensamientos y expresan los rincones más escondidos y oscuros de su alma. Quizás en parte como este blog.
“Le habían entregado una razón para escribir sus propias palabras, para que descubriera que las palabras también le habían salvado la vida”.
La muerte, los horrores de la guerra, el nazismo, el dolor, el sinsentido, la angustia, la persecución a los judíos, la injusticia, el fanatismo, el mal en definitiva; son temas que la novela trata en mayor o menor medida y que no pueden evitar suscitar una reflexión en el lector. La belleza, la amistad, el amor por la vida, la grandeza de la música, el poder de las palabras, están sin embargo también presentes en la vida de Liesel, en las personas que quiere y que la quieren. Porque aunque la muerte llegue para todos, ¿quién dice que por eso haya ganado? Y esta es la razón por la que me permito no decir nada del final.
Y acabo aquí, querido lector, que ya me he alargado demasiado. Si quieres decir algo del libro nos vemos cómo no en los comentarios! ;)