Ismael Cruceta y yo en la presentación de Móstoles
Portada 'La lágrima de la India'
'La lágrima de la India' ha sido (es) una novela muy especial. Es un libro que habla de la amistad y del amor en todas sus facetas y que aborda temas como el abandono, el desamor o la pérdida. Es la historia de dos amigos que se conocen y se quieren tal y como son, y no tienen otra pretensión más que estar el uno al lado del otro cuando se necesiten.Esta historia comienza en Madrid, en la noche electoral de 1982, una noche que marcó la vida de muchos españoles que recuperaron la libertad tras una dictadura que emborronó una época y manchó muchas vidas. Esa noche Leonardo Soto todavía es un niño de seis años que no comprende qué se está moviendo a su alrededor. En la puerta del hotel Palace, cuando Felipe González está celebrando su victoria, un encuentro marcará su vida para siempre, un encuentro raro y no casual puesto que en parte, será el comienzo de su destino. Allí conoce a Soledad, una niña que acompaña a un amigo de su madre al que hace tiempo que no ve.
Años después conocemos a Anita Reina de Córdoba, una mujer que se ha acomodado en su trabajo de telefonista y que además está soltera. Nunca ha conocido a un hombre que le haga sentir "mariposas en el estómago" y por el momento, parece que no lo va a conseguir. Pero pese a estas circunstancias, Anita no está sola. Leonardo Soto ya ha dejado de ser un niño y es un escritor de éxito que vive en una crisis personal y profesional ya que la inspiración o las musas, le han abandonado. Ambos son amigos, los mejores, y cuando las cosas vienen mal dadas, allí están para abrazarse y decirse que se quieren. La vida es caprichosa y cuando juega una mala pasada, no hay quien la pueda evitar.
Anita Reina de Córdoba, es una mujer muy vital pero un día recibe un golpe tremendo. Comienza a replantearse su vida y así, decide hacer un viaje a Sri Lanka, un país que siempre ha querido conocer y en el que cree, se sentirá libre. Leonardo no entiende la decisión pero como siempre, será su mejor apoyo. Por casualidad, por destino, o porque la vida tiene que ser así, Leo vuelve a coincidir con Soledad, esa niña de la que se quedó prendado cuando apenas contaba con seis años de edad. Así, con Anita ya en Sri Lanka, Leonardo y Soledad comenzarán una relación en la que tendrán que intentar superar obstáculos un tanto complicados.
La vida de los dos protagonistas cambia de la noche a la mañana pero pese a todo, ellos seguirán estando el uno con el otro. La distancia hará que se comuniquen por carta y comenzará así un relato epistolar en el que descubriremos los miedos, logros y vivencias de Leonardo y Anita. Madrid, Montpellier y Sri Lanka serán los escenarios en los que desarrollará esta historia cargada de amistad y humanidad.
Como decía, esta es la segunda novela de Ismael Cruceta. Con 'Luz de libertad' ya nos dejó con la aboca abierta (sobre todo por ese espectacular final) y con 'La lágrima de la India' nos vuelve a regalar una historia diferente y llena de alegría porque ese, es el punto que predomina en esta narración. Pese a lo que sufren los protagonistas, pese al dolor y pese a la pérdida inminente, es una novela vital y optimista porque los personajes están construidos para aportar eso. Como ya decía el día de la presentación, quizá el punto más amargo o más oscuro, nos lo da Soledad, una mujer a la que el divorcio todavía le hace sombra.
Poco a poco el lector se irá enamorando de estos protagonistas y de su historia, la historia de tres vidas unidas por el destino y sobre todo por la amistad y el cariño. Ismael ha sabido construir tres personajes que son totalmente diferentes pero que se complementan perfectamente para contribuir entre sí y darle al argumento una consistencia única, para no pasar desapercibido.
'La lágrima de la India' me ha parecido un libro realmente especial. Tanto por la historia que cuenta por como lo cuenta, por la forma de narrar esta historia tan especial y con tanto sentimiento. Se nota que Ismael ha madurado la idea y el argumento para ofrecernos una novela que hace aflorar nuestros sentimientos al mismo tiempo que afloran los de los protagonistas. Ha sabido construir dos personajes fundamentales y opuestos aunque son complementarios.
El estilo sigue siendo el que conocimos con 'Luz de libertad': fresco, directo y con un montón de diálogos que hacen las delicias de los lectores. También me ha gustado el forma de narración epistolar que el autor utiliza durante la mitad de la novela ya que de esa manera, nos acerca lo que piensan y sienten los protagonistas desde la distancia física que les separa. Una delicia narrativa.
No me queda más que dar las GRACIAS a Ismael porque nos ha regalado una novela maravillosa que habla de amor, del destino y de la superación personal. Nos hace ver que nunca, nunca, por difíciles que se pongan las cosas, debemos tirar la toalla. Cada instante en la vida merece la pena.