Revista Opinión

La Lana

Publicado el 09 marzo 2019 por Carlosgu82

Se cree que el antepasado de nuestras ovejas es el borrego cimarrón. Primero en el interior de Iraq, alrededor del 8.900 aC, pudo haber llegado a Europa en el séptimo milenio.
La historia de la lana estaba por comenzar, reemplazando gradualmente la ropa de piel.
Las muchas razas de ovejas no se establecieron todas en Europa al mismo tiempo; por ejemplo, no fue hasta 1786 para ver la introducción en Francia de la raza merina.
Entre las razas tradicionales de Saboya, se pueden mencionar “Thônes et Marthod” y “Rossette de Flumet”.

La primera operación para obtener lana es, por supuesto, cortar en la primavera. La herramienta más tradicional fueron las fuerzas ya utilizadas por los galos. Poderosas tijeras que serán reemplazadas por cortadoras de césped, manuales y eléctricas.

La limpieza de la lana es necesaria. De hecho, esta lana cruda comprende restos de tierra o paja. Una planta, la saponaria, se usa a veces porque permite desengrasar la lana.
Después de hilar y secar esta lana, se raspa para homogeneizar los lotes de lana.

Lo siguiente es el cardado, una operación esencial que desenredará y eliminará las últimas impurezas. Los peines de cardado se usan para esta operación. Dependiendo del material que desea trabajar, puede realizar un nuevo peinado con peines más finos.

Luego obtenemos un candado peinado que es suave y refinado. Entonces podemos girar.

Spinning ha sido considerado por mucho tiempo la actividad por excelencia para las mujeres; el vocabulario dio a luz al spinner, un tanto ajeno a su homólogo masculino.

La herramienta más antigua del rotor es probablemente el eje, utilizado desde el Neolítico. Es una madera simple, hinchada en su parte media y que termina con uno o dos puntos. El famoso consejo que durmió a la Bella Durmiente cuando la pincharon con el huso.

El husillo se podía usar solo, lo que tenía la ventaja de que el rotor podía transportarlo fácilmente y usarlo donde tenía que ir, por ejemplo, para mantener los rebaños.
Pero el compañero habitual del huso es la rueca. Un mango de madera cuya parte superior lleva una cabeza, decorada con mayor frecuencia. El tapón se usa para recibir al hijo que trabajaremos.

Finalmente vino la rueca.
Una invención, simple en principio, pero que facilita enormemente el trabajo será la de la rueca. Esta rueda parece provenir del mundo musulmán. Los testimonios indican su uso en Europa desde el siglo XII.
La rueda será su descendiente: a diferencia de la rueca que fue operado a mano, la rueda tiene un pedal que acciona la rueda, liberando ambas manos a la ruleta que se pueden preparar con mayor facilidad cable que va s’ viento en el carrete. La rueca puede girar y enrollar el cable simultáneamente, por lo que ahorra mucho tiempo. Las puertas del pincho podrían usarse.

Queda por tejer la lana, es decir, cruzar dos conjuntos de son para obtener una tela.
El primer conjunto de hilos se llama cadena, se estira en el telar. La otra serie, la trama, se inserta gradualmente por pasajes sucesivos, por encima y por debajo del hijo de la cadena.
Desde la Edad del Bronce, usamos el telar horizontal, luego viene la nave vertical que los galos conocían. Se realizarán numerosas mejoras, pero las artesanías de brazo que todavía se usan ampliamente en Saboya en el siglo XIX se basarán siempre en los mismos principios básicos.


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