La ley chavista

(Fuente: Dictadura de Venezuela)

Este es un compendio que intenta resumir la manera en que el chavismo funciona o debe funcionar. El máximo gobierno es un pequeño grupo de miserables, salvajes e indeseables que construyeron fortunas desde que Chávez juró ante “la moribunda”. Tras ellos hay varios grupos que forman parte de los pequeños fuertes que aún mantienen en el poder a la revolución socialista.
Es una burda dictadura disfrazada de democracia participativa. ¿Cómo es una dictadura si el poder legislativo es controlado por la oposición? Sencillo, te apoyas del otro poder, el judicial, para que mantenga a raya al otrora Congreso Nacional. El régimen simplemente dicta medidas que la Asamblea debe aprobar, estos no aprueban, y la dictadura acude a la Sala Constitucional del Tribunal Supremo para que se avoquen a aprobar la mencionada ley. Como buena dictadura, cualquier medida de organismos internacionales que le afecte, son viles ataques del imperialismo yanqui. Si las medidas son promovidas por el chavismo, y los organismos internacionales las apoyan, entonces dichos organismos internacionales son la vanagloria de la política mundial.
Los militares, antiguos herederos del ejército libertador, se convirtieron en una asquerosa guardia pretoriana del régimen y sus líderes. Nunca verán a los cuerpos de seguridad del régimen atacar la inseguridad, pero seguro verán a dichos personajes montando cuanta alcabala para matraquear a toda persona no importa quien sea, a menos que sea un chavista connotado. Sino son alcabalas, son paradas para reprimir protestas y marchas que montan los opositores al régimen. Lo mismo con la policía nacional, la de investigación  y todo cuerpo bajo el régimen chavista: Su función es que usted viva calladito y no joda, si usted es chavista vaya y apoye a Nicolás, sino lo es, cállese y si puede mejor váyase.
La Constitución tiene el mismo valor que cualquier paquete de papel toilette, a pesar de que éste último se ha hecho costoso ante la evidente escasez. Está clarito, sobre la Constitución, la ley que les voy describiendo. Todo lo que se decida en Venezuela, parte de quien se imponga entre Nicolás, Diosdado y tras ellos, los líderes del chavismo que se han vuelto verdaderos multimillonarios.
La vida de los venezolanos no tiene ningún valor a menos que el valor de sus cuentas sea similar al de las cuentas del chavismo. Nadie está para garantizarle nada, o bueno sí, si usted se mete con los pesos pesados del régimen, es casi garantizado que termine preso.
Calidad de vida hay dos. La de ellos y la de los demás. La de ellos es vivir bajo un contingente militar que les protege y les permite transitar por Venezuela como quieran y como sea, la de nosotros es vivir a nuestro riesgo, tratando e evitar la noche y tratando de evitar sitios solitarios.
Venezuela sigue dependiendo de lo que dos hermanos de la muerte decidan: Los hermanos Castro. La palabra de estos es la palabra mayor, si ellos deciden que Nicolás ya no puede seguir en el poder, no les extrañe un golpe o una inesperada renuncia.
Para lo demás, la ley chavista es básicamente la descripción gráfica de la última dictadura vigente disfrazada de democracia. La ley chavista es lo que un grupo no mayor a centenas de personas, decide por treinta millones de personas. La ley chavista es una invitación a que aquellos que tengan valores e ideas, decidan aplicarlas en cualquier rincón lejos de Venezuela. La ley chavista es que usted no piense, siga lo que ellos señalan y se calla. Si no le gusta, ellos tienen una bala para usted, porque ya no hay real para pagarle a las líneas aéreas.
La ley chavista es que todo el dinero que ingresa Venezuela, pase a las cuentas de los Chávez, Maduro, Cabello, Jaua, Istúriz, etc. Las migajas quedan para importar la poca comida y medicamentos que se puedan conseguir. La ley chavista es que Venezuela es una caja chica para las familias anteriores – testaferros mediante – mientras el país se hunde en su peor crisis desde que existe.
Muere y se va la gente, se sobrevive y a ellos solo le queda seguir hacia adelante, de lo contrario,  cuando caigan; van presos… Donde sea.