Los labios de la sabiduría permanecen cerrados, excepto para el oído capaz de comprender. Kybalión
El Quinto Elevado Principio de la Enseñanza Iniciática que nos legó el Maestro Hermes Trismegisto nos dice que:
Todo fluye y refluye; todo tiene sus periodos de avance y retroceso; todo asciende y desciende; todo se mueve como un péndulo; la medida de su movimiento hacia la derecha, es la misma que la de su movimiento hacia la izquierda; el ritmo es la compensación.
La ley de compensación es la que hace que la oscilación en una dirección determine otra oscilación en sentido contrario; en el plano físico tenemos numerosos ejemplos de esta ley. Las estaciones se equilibran unas a otras de la misma manera, el péndulo de un reloj oscila hasta cierto punto hacia la derecha y de allí vuelve a oscilar hacia la izquierda otro tanto. Cualquier objeto arrojado hacia arriba, tiene que recorrer el mismo camino de vuelta. Los hermetistas afirman que esta ley también se aplica a los estados mentales. El hombre que sufre agudamente también es capaz de gozar en igual grado; el hombre que sólo es capaz de escaso dolor, solo es capaz de gozar de escaso placer