Huertas intenta parar a Úriz - ACB Photo / A.
Los críticos y los defensores de Marcelinho Huertas (Sao Paulo, Brasil, 1983) coinciden en un punto: es explosivo, tiene esa chispa que echa para atrás a los detractores y que hace que sus admiradores le definan como un jugador imprevisible y eléctrico que decide rápido y no se esconde. En todo caso, no hay dudas de que el base brasileño se ha asentado este curso en Barcelona y lo demuestra con actuaciones tan completas como la que tuvo en la visita a un CB Canarias que se define por ser un equipo aguerrido, sobre todo en casa, donde acumulaba siete victorias consecutivas. Los locales cayeron por 81-89 y con la cabeza alta, sabiendo que Saúl Blanco, Sekulic, Lampropoulos y compañía se habían dejado hasta la última gota de sudor en la pista y aceptando que Huertas había marcado su ley (22 puntos, 4/5 en tiros de dos y en triples, cuatro asistencias y dos rebotes para un 27 de valoración). El base gestionó a la perfección un partido igualado tirando cuando convenía y marcando el ritmo ideal para su equipo. Dos de sus cuatro triples, sus dos tiros libres y una de las cuatro asistencias repartidas –en este caso para Lorbek– llegaron después de que el CB Canarias se pusiese 75-79 a 2m 50s tras la quinta personal de Tomic y una canasta de Úriz.
Huertas resultó un excelente lector en el Pabellón Santiago Martín y siempre fue un paso por delante del resto. Empezó como un tiro, como su Barça, que en menos de dos minutos dominaba por 0-8 con cuatro anotadores diferentes. Sólo Oleson faltaba por anotar en un quinteto titular suelto y fresco dirigido por Huertas y que sufrió en el primer cuarto con Sekulic, poderoso en ese período con 13 puntos y anotando desde las posiciones para empatar a 23-23 (a los 9m 18s). Hasta entonces Mickeal se había gustado y Wallace ya había metido el primero de sus tres triples sin fallo, triples que llegaron siempre cuando el CB Canarias estaba en el cogote, lanzado por Blanco y Lampropoulos ante la réplica de Tomic y Jasikevicius. Y, claro, de Huertas, que anotó los últimos puntos de su equipo antes del descanso (44-43) y comenzó la segunda parte con su primer triple. Una solución que funcionó este vez, pues los azulgrana metieron 11 de 18 intentos (61% de efectividad) y hasta seis jugadores diferentes acertaron al menos con uno. Con su segundo triple Huertas replicó al de Blanco (57-60) y a pesar de un fogonazo de Oleson con cinco puntos consecutivos los locales no se desinflaron, por más que a Donaldson se le fuese la pinza tras hacerle personal a Jawai y ganarse la técnica y la quinta y definitiva en su cuenta ni que otro triple de Wallace pusiese el partido muy de cara para los visitantes, que recibieron un parcial de 7-0 y tuvieron que recorrer de nuevo a Huertas para salvar un partido muy difícil y definido por la ley del brasileño. CB CANARIAS 81 (23+21+16+21): Uriz (5), Richotti (2), Rost (10), Donaldson (9) i Sekulic (21) –quinteto inicial–, Guillén (0), Bivià (0), Heras (0), Lampropoulos (13) y Blanco (21). BARÇA 89 (25+18+22+24): Huertas (22), Oleson (5), Mickeal (12), Lorbek (9) i Tomic (11) –quinteto inicial-; Sada (0), Abrines (5), Jasikevicius (9), Todorovic (0), Wallace (11), Rabaseda (1) y Jawai (4).