Revista Opinión

La ley del karma

Publicado el 03 febrero 2020 por Carlosgu82

Acción y consecuencias

Literalmente la palabra Karma significa actúar, hacer. Más concretamente se refiere a la intención con la que hacemos algo. Es por esto que la justicia se guía del nivel de un delito dependiendo de la intencionalidad con la que fue cometido. Así no es lo mismo un delincuente habitual como el que puede tirar de un bolso como una mujer que envenena a su marido o planea acabar con su vida o un robo insidiosamente planeado durante meses. La pena siempre es menor en el primer caso. Todo acto ya sea hablar o movernos físicamente generan huellas en nosotros y en los demás y tienen un efecto sobre nuestros actos ulteriores.

En el caso de los budas no es así ya que ellos no se identifican con sus actos ya que poseen un nivel de conciencia más elevado y por ello no dejan rastro.

Podría compararse con algo así como caminar cargada de una gran mochila y bolsas por una calle recién asfaltada. Perfectamente dejamos nuestras huellas que permanecen allí durante mucho tiempo. El buda, sin embargo, es como un pájaro: vuela por el cielo sin alterar su estado. Nuestro actuar genera Karma y cada acto una consecuencia. En lo que se refiere al Budismo se dividen en dos consecuencias la procedencia de nuestros actos:

  • Como sujeto de la  reencarnación( podemos reencarnar nos en un animal, un ser humano, un demonio o un debate)
  • Como experiencia dentro del ámbito de la reencarnación( como la favorita de papá y mamá en una familia adinerada o como una niña que su madre deja abandonada en una inclusa)

Como el abordaje de la reencarnación sería absurdo ya que la mayoría de la gente no es consciente si quiera de que exista, hablaremos sobre las consecuencias de esos actos que podemos reconocer y cambiar o abordar de otra manera por nuestra propia experiencia.

Cuánto más hago algo

Siempre estamos haciendo algo como nuestra mente no para de pensar, somos como un reloj sin mente. Ya podemos beber, reír, leer, montar en bicicleta, persistir en un determinado pensamiento. Al escoger una acción nos damos cuenta de que fomentamos su repetición, sobre todo, si es placentera o nos sirve para algo que queremos lograr. Esta es la consecuencia del acto: la práctica del mismo repitiéndolo una y otra vez y la práctica hace a la maestra.

Y el tener ya sea una enfermedad, un novio maravilloso o poco dinero? Es decir en el ámbito de la salud, el amor y el dinero? Tiene también sus consecuencias y genera nuevos actos con nuevas consecuencias, ya sea buscar un trabajo, enquistarnos en nuestra enfermedad o abrirnos al mundo y soñar y ser felices.

Cuánto más repetimos un acto mejor lo hacemos, nos vamos puliendo hasta convertirnos en maestros. Los niños empiezan cantando, pintando, escribiendo, leyendo y luego adquieren todas las habilidades necesarias para vivir o, al menos, las básicas.

Suele ocurrir también que cuando cometemos un acto negativo o incorrecto solemos pensar (bueno, una vez es una vez) y nos sorprendemos al ver que al poco rato volvemos a repetirla y luego otra vez y así sucesivamente. También ocurre con las circunstancias. Se nos va presentando la misma circunstancia o parecida en nuestra vida y en consonancia con nuestra experiencia cambiamos la actitud, suelen ser desagradables puesto que son oportunidades para evolucionar como mejor se humano. Así para llegar a una actitud correcta debemos cuidad el amor a una misma, ser valiente y afrontar la situación aprendiendo a hacerlo desde otra perspectiva, utilizar el sentido del humor.

Una vez llama a otra, sobre todo, si la experiencia, a pesar de no ser correcta o no responder a la razón, nos resulta placentera (de ahí muchas adicciones e incluso enfermedades mentales). Un mal comportamiento nos puede llevar a la ruina tanto moral, como emocional, como económica. Comprendemos así que una vez es siempre.

Sin embargo, esto no ocurre en un buda ya que con su consciencia y capacidad de parar los impulsos consigue el control de decir «no» o «stop» o visualizar un semáforo en rojo. Sabe cuándo tiene que parar o no hacerlo y lo consigue. Un buda podría, fácilmente, burlar las máquinas tragaperras y convertirse en millonario pero a los budas les mueve el amor no como un si.pme humano, siempre preocupado con las facturas, pagos, llegar a fin de mes….es decir, dinero.

Sólo siendo conscientes nos podremos desquitar de los malos hábitos y tomar las buenas costumbres.


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