La ley del más fuerte. Educar para que sobrevivan "ahi fuera" .

A lo largo de mi vida y ultimamente en algun blog amigo, he oido o leido que el pilar fundamental en la crianza y en la educación debe ser preparar a nuestros hijos para que sobrevivan en el mundo; enseñarles que la vida es dura y que para sobrellevarla y que no les pisoteen hay que aplicar la ley del más fuerte.
Como imagianareis, no comparto en absoluto esta visión de la crianza por muchas razones:
En mi opinión, la visión que nuestros hijos tendrán del mundo depende en gran medida de la visión que nosotros les demos en su infancia. Por esta razón, si desde que son unos niños les mostramos el mundo como un lugar hostil, en el que solo sobreviven los fuertes, los estamos predisponiendo muy negativamente ante la vida. 
Muchos padres consideran que enseñandoles pronto esta lección les hacen un favor, puesto que  les ahorran  sufrimientos futuros, pero yo creo que se equivocan  porque no sabemos como serán las vidas de nuestros hijos ni que problemas tendrán que afrontar . De que nos sirve prepararlos para la guerra si en la vida tendrán que empuñar un arma? Con esta actitud predisponemos a nuestros hijos a ver la vida de una manera negativa y les restamos posibilidades de ser plenamente felices.
La ley del mas fuerte tiene muchas connotaciones morales que no deseo en absoluto para mi hijo y una de ellas es apartar de al lado todo lo que moleste e impida  la escalada. No quiero que mi hijo valore a las cosas y a las personas como algo funcional o como instrumentos, sino que las valore desde el corazón. Por otro lado, para ser el más fuerte necesariamente hay que considerar a los demás mas débiles y estar siempre dispuesto a pisotearles cuando la ocasión lo requiera. 
El día de mañana, muchos de esos niños, educados para ser fuertes, quizas tengan suerte en la vida y consigan un trabajo desde donde puedan hacer ostentación de su poder y controlar a los mas débiles. Y tendrán hijos, a los que dejaran en manos de otros para que los cuiden y así poder continuar con su vida y encima pensarán que lo hacen por su bien. Y a sus padres, a quienes tienen que agradecer la gran educación recibida...pues seguramente también se los quitarán de encima en cuanto les supongan un problema.
Me podrán decir que vivo en los mundos de Yuppi, pero yo prefiero educar a mi hijo para ser feliz. Ofrecerle lo mejor de mi misma y todo el amor del mundo. Lo dura que es la vida, lo aprenderá o no, a lo largo de los años...no voy a jugar a ser Dios y a dirigir su destino desde tan pronto ni tengo una bola de cristal donde mirar como será su vida.
El recibir palos ahora no le evitará recibirlos luego, en cambio la felicidad de la que ahora disfruta  le  acompañará mientras viva.