Fachardón (como algunos hemos decidido rebautizar al ministro -que no menestra, que para el caso también nos sirve- de Justicia -esa que ya no es ciega en nuestro país, sino de momento lo dejamos en tuerta-, Alberto Ruíz-Gallardón), nos ataca a los españoles con una nueva Ley, sacada de los bolsillos de las túnicas de los fariseos de nuestros días, la Iglesia, que aún trata de dominar a la sociedad, tanto de los que creen como de los que no. Con otra tinta se le hubiera escrito si hubiera escuchado al colectivo de médicos (que en su mayoría no están de acuerdo con la Ley, claro), y con las asociaciones de mujeres. O más aún, con el pueblo en sí mismo.
Y nos lo cuentan como si fuera que no lo entendiéramos, que ellos son los expertos y saben lo que conviene a la mujer y al que va a nacer. Nos envían de vuelta a hace treinta años, nos gobiernan como hace siglos, con el todo para el pueblo pero sin el pueblo, lo que está demostrado que no funciona, porque se equivocan a peor. Y debe ser en lo único, porque sus bolsillos cada vez están más llenos, y los nuestros más vacíos.
Se trata de una ley claramente fascista, y claramente también dictada por obispos. ¿Cómo no va a estar de acuerdo Fachardón y todos sus amiguitos del PP? Dan ganas de gritar que ya no sirve de nada la protesta, ni las manifestaciones, y que es el momento del alzamiento. Pero parece que el vaso se sigue llenando y que no termina nunca de rebosar.
Si el médico dice que corre peligro la madre, aún lo tienen que decir dos médicos más, que no estén ligados a la clínica donde se vaya a practicar la interrupción del embarazo, y encima estos dos pueden “objetar en conciencia”. Todo esto vale el triple. ¿Quién lo va a pagar?¿No nos costaba ya una pasta el sistema sanitario público? Esto no son más que ponerles trabas burocráticas y jugar al funcionario el último. Al final sale ganando Ryanair, con más viajes a Londres. Y la que no a la clandestinidad, a jugar con las cucarachas. Eso no es darnos seguridad, sino quitárnosla.
Se suprime el supuesto por anomalía fetal grave. O sea, vamos a traer personas a España, jodidas ya de nacimiento, a un país donde nos hemos cargado ya la Ley de Dependencia, donde los medicamentos nos cuestan más, y donde el sistema sanitario ha quedado tan devastado que no van a poder dar el servicio que van a necesitar estas personas. Olé, olé y olé. Normal, en el ciudadano no están pensando, eso está claro. Lo que me tiene intrigado es de dónde van a sacar la pasta con esto, porque de algo la sacan pero fijo.
Me flipa, además, lo de las asociaciones en contra del aborto, que encima dicen que Fachardón se ha quedado corto. Seguro que este año les han rebajado las cuotas al Opus Dei, porque si no no se explica tanta mangonería.
Nos dicen que la Constitución no necesita reformas, pero ellos venga a cambiar leyes, cambiándonos derechos por delitos. Pero si la Constitución que tenemos tiene más parches que la saga de Piratas del Caribe, y nuestro gobierno más piratas que la saga, sin duda alguna.
Y luego sólo hace falta leerse un poquito el anteproyecto de Ley para cagarse en todas sus contradicciones. Sólo se podrá abortar durante las 22 primeras semanas de gestación, y sólo con riesgo físico o mental para la madre, o por causa de violación. Absolutamente contradictorio. Entonces, si el feto ya es persona por le hecho de existir, ¿si es por violación?¿Ya no eres persona?
Las menores entre 16 y 18 años sólo con el consentimiento paterno. Pero para echar el polvo sí. Lo flipo. Otro absurdo más. Si cambias una ley, ¿no deberían cambiar o modificarse todas aquellas que tengan relación de dependencia con la misma? Así lo único que hacemos es dejar cojo nuestro sistema de leyes. Un par de leyes más así y lo dejamos en silla de ruedas. Pero claro, que no se te ocurra, Fachardón, que entonces igual del scratch inofensivo te pasan al “que parezca un accidente”. Lo único que vamos a conseguir con esta ley es tener más madres adolescentes. Cuando está claro que lo único que quieren es suprimir gasto a la seguridad social. Me gustaría saber si Fachardón usa la seguridad social, o tiene su seguro privado. Pero claro, para eso ya nos la cuelan con el rollo de la Ley de Transparencia (sí, esa, la de los cristales tintados).
El problema de nuestros políticos, o el nuestro más bien, es que no saben legislar. O más aún, lo hacen tan bien que saben cómo llenarse los bolsillos a costa del pueblo, y quedar impunes y sonrientes. Esto no es más que una vuelta a la edad del caciquismo, y de los nobles y sus castillos. Lo próximo será el derecho de pernada. ¿Que no?
El anteproyecto de ley no es más que otra sarta de despropósitos, otro intento de retroceso en el sistema penal y de seguridad social de los españoles, suficientemente deteriorado ya. Le va a costar mucho arreglar todo esto al que venga, porque alguien tendrá que venir después. Como vuelvan a salir los mismos, de los últimos treinta años, es para que venga el tío de la vara a espabilarnos. Es para replantearse lo de renegar de ser español, algo que empieza a ser una vergüenza, cuando de siempre había sido un orgullo. La SER consiguió el anteproyecto aquí.
Volviendo al tema de la Iglesia (este es un tema claramente de la Iglesia), no los voy a meter a todos en el bote. Afortunadamente hay ciertos círculos, dentro de tan deslustre institución, que ven con cierta inteligencia, objetividad o coherencia, que el aborto es decisión de la mujer. Hablo de las CCP (Comunidades Cristianas Populares). Ya hace 30 años condenaban lo que los jerarcas eclesiásticos hoy en día continúan utilizando para masturbar sus mentes anacronizadas. Aquí una prueba.
Da que pensar, que seguramente todo esto no sea más que una estrategia de Fachardón para que pueda seguir naciendo gente como él (incluso llegar a ministros), lo cual ya es bastante malo, no sólo para la sociedad española, sino para el mundo y la Humanidad en general.
Sin embargo, no me extraña que los políticos actúen como actúan, dada la impunidad que nosotros mismos les hemos conferido, y no sólo por su condición de políticos, sino por el apoyo incondicional que les brindan los cuerpos y Fuerzas de inSeguridad. Aquí unas personas que comentaban la manifestación, después de la misma, que hablaban sobre el error del gobierno con la nueva ley. El vídeo es más que explicativo.
Me parece increíble también que las propias mujeres del Partido inPopular se deban más a su militancia que a sus convicciones humanas, como estoy seguro de que hacen. No me puedo creer que ellas mismas, en conciencia, se quieran restar los derechos conseguidos a través del esfuerzo de muchos, en el camino para una democracia que nos están arrebatando. Menos mal que el PP es el único a favor de su propia ley, además de la Iglesia, claro. Incluso partidos de los que no había ni oído hablar, sin mencionar a la oposición, se oponen firmemente.
Empezamos ya a estar muy cansados de que nos gobiernen a golpe del tam-tam de los tambores de Cristo, y a que sea la Inquisición la que nos gobierne. Se les está dando mucha manga ancha a estos curas de tres al cuarto. A los obispos hay que empezar a enviarlos a su único sitio útil, la tercera casilla del ajedrez, y para lo demás que se queden bien escondidos en sus casas. Se quemaron muchas iglesias en su día, lo malo es que estaban vacías. No se puede gobernar con la Biblia en la mano. Ya no nos va ese rollito.
Que empiecen a escuchar al ciudadano, y si aparece polémica, que nos consulten. Que dejen de invertir el dinero que costaría en otras cosas, en lo que no toca, y que empiecen ya a condenar al que se lo mete en el bolsillo de forma indebida. Pero claro, cómo van a consultar, y entonces le dan baza al Mas, lo que casi es peor.
Andalucía ha sido la primera en oponerse, lo cual no tiene mucho mérito teniendo en cuenta que allí gobierna la oposición. El problema es que la mayoría de comunidades son del PP, y esas no van a rechistar. De verdad espero que esta vez sí tengamos memoria para echar a estos antidemócratas de nuestro gobierno, una derecha que nos aprieta con la consigna del “porque yo lo digo, porque sé más que tú lo que te conviene”, sin tenernos en cuenta para nada.
Se me debe notar algo indignado, y lo estoy. Indignado, enfadado, triste, decepcionado… Sólo se me ocurre pensar que Fachardón y sus secuacces habrán tenido unas risas, como siempre a costa nuestra, acompañados de sus amigos los Ultras, mientras veían con ellos el partido del Real Madrid. Qué decepción sufren cuando pillan a su colegas de los Ángeles del Infierno, o cuando enchironan a alguno de sus camaradas nazis en plena faena. Lo que no sé aún es cómo todavía nos dejan estar en Europa. Bueno, claro, es que no pueden echarnos, no sea que nos dé por negarnos a devolver toda la pasta que les debemos.
Lo único que le falta a nuestro gobierno es invadir Polonia y meter a los judíos en estaciones de servicio Repsol, por lo del butano, como no tenemos cámaras de gas. Pero todo se andará. Una reforma por aquí, un recorte por allá, y cuatro duros en los bolsillos adecuados, todo lo arregla.
Y no es una cuestión de feminismo, sino de indefensión absoluta de la mujer, de una pérdida importante de derechos, de la criminalización del poder de decidir. Nos han tapado todas las vías, nos han cerrado el dinero a los anticonceptivos más modernos, que ahora tienen que pagarse, y nos han jodido la asignatura de Educación para la Ciudadanía, donde aún, como poco, se podía al menos hablar del tema.
Desde Europa mismo nos dicen que lo paremos, que es un retroceso, que no tiene sentido, pero nuestros fachas del gobierno no quieren escuchar. Hasta ciertos medios afines al régimen se hacen eco, pero ni aún así.
¿Serán suficientes las más de 19000 firmas en contra para hacerles retroceder? Lo dudo. Estos van cuesta abajo, y con el viento a favor.