Es muy probable que al leer el título de este artículo os vengan a la mente imágenes de películas tales Cotton Club, Enemigo público, Los intocables de Elliot Ness o Scarface, entre otras. Y es que el mundo del hampa hizo su "agosto" durante la denominada Ley Seca.
EEUU antes de la aprobación de la ley
Para comprender bien los motivos que llevaron a la proclamación de esta ley, la prohibición de venta de bebidas alcohólicas, es menester conocer que ocurría en Estados Unidos antes de que se estableciera.
En el siglo XIX, un movimiento ultraconservador, denominado Movimiento por la Templanza, liderado por líderes religiosos protestantes, achacaban el exceso del consumo del alcohol a los problemas sociales que existían en el país, relacionando su consumo con problemas de pobreza, prostitución y delincuencia en general.
En la Primera Guerra Mundial, los miembros distinguidos del Movimiento de la Templanza, aprovecharon para acosar, principalmente, a la industria de elaboración de cerveza, cuyos propietarios eran mayoritariamente descendientes de inmigrantes alemanes. Era el inicio de la campaña en contra del alcohol.
La Ley Volstead (o Ley Seca)
Finalmente y gracias al espíritu de moderación que se había implantado en la sociedad norteamericana, La Ley es ratificada en enero de 1919 (Enmienda XVIII) y se impone como ley federal en el mes de octubre del mismo año.La ley no prohibía el consumo, pero sí la producción, elaboración, distribución y venta, lo que suponía un impedimento al propio consumo. Esto dio origen a la elaboración casera y clandestina de las bebidas.
También se importaba de contrabando desde Canadá y Méjico, creando así mayor auge del crimen organizado.
Pero la prohibición no pudo contener el aumento de la demanda de licores y por todo el país se crearon numerosas factorías clandestinas de alcohol, donde los jefes de la mafia mantenían el control. Entre los jefes de la mafia más destacados, se encuentra Alphonse Gabriel Capone (Al Capone).
Otro de los problemas derivados es que no todos podían tener acceso a la bebida clandestina, por lo que muchos consumidores ingerían alcoholes para uso industrial, tipo etanoles, con lo que el aumento de diversas enfermedades y muertes relacionadas con este tipo de consumo aumentó de forma trágica y considerable.
Proporcionalmente al aumento de las intoxicaciones y de la mafia, la delincuencia creció hasta límites insospechados, no solo de delincuentes comunes, sino de de policías, abogados, jueces, políticos y grandes empresarios corruptos que se entregaron a sobornos con los que se enriquecían o bien por temor a amenazas, haciendo cada vez más fuertes a los clanes del crimen organizado en contraposición a los poderes establecidos.
El ocaso de la ley
El gobierno de EEEUU, ante la imposibilidad económica y de recursos para hacer prevalecer la polémica ley y ante el desorbitado aumento del poder de la mafia y de la violencia, es consciente de que no puede mantener durante más tiempo la Ley Seca, pues la propia población también culpa al gobierno, por esta ley, del aumento de la delincuencia y la criminalidad.
Otro factor que influyó en la posterior derogación de la Ley Volstead fue la crisis económica del Crac del 29. El Estado, con la economía seriamente mermada tras el desplome de la Bolsa de Nueva York, necesita de ingresos en sus arcas para poder mantenerse. Saben que si permiten la creación de industrias de producción de bebidas alcohólicas obtendrán grandes beneficios de los impuestos y tasas que impongan, a la vez que quitará poder al crimen organizado.
En los últimos meses del año 1933, la Enmienda XVIII fue derogada por la Enmienda XXI, dando así fin a tan polémica ley. ¡Que corra el licor!