Hablar de la Ley Seca es pensar en Chicago y en los gangsters que de la mano de Al Capone construyeron inmensas fortunas en esa ciudad. Martin Scorsese, director de cine que ha trasladado a la gran pantalla la esencia de la malavita italo-americana del siglo XX en numerosas ocasiones, ha elegido, sin embargo, para la última producción en la que ha participado la glamurosa Atlantic City de los años veinte. En Boardwalk Empire, serie televisiva de la ya mítica HBO, Scorsese –que dirige el episodio piloto y es productor- plasma como nadie las miserias del prohibicionismo a través de la vida de Enoch “Nucky” Thompson, personaje basado en el histórico político y mafioso Enoch Johnson. Por ahora sólo he visto el primer capítulo y he de decir que ya estoy deseando ver el segundo. Hay diálogos memorables sobre el prohibicionismo del alcohol y el enriquecimiento que provocó ilegalmente en algunos sectores y que podrían ser trasladadas al presente para otros temas controvertidos; e incluso una rápida aparición de un Al Capone joven –visto lo visto, no podía faltar-, con ideas para hacer algo grande en el mundo del hampa, pero que se queja de ser un don nadie. Muy recomendable, consigan donde consigan estos episodios.