Obvian la mayoría, que esta gran movilización, este poder de La Red quizás no ha llegado con fines altruistas, ni por una causa justa; sino por el miedo de miles de individuos de no poder piratear/robar contenidos audiovisuales y tener que pagarlos de su bolsillo. Era cuanto menos esperpéntico leer ayer algunos tweets con el hash #leysinde.
No me mal interpretéis, no me gusta el colectivo del cine español subvencionado con mis impuestos, ni los demás artistas, ni tampoco defiendo la ley Sinde, es un versión digital de "Ley Corcuera" o "Ley de la patada en la puerta" y al igual que aquella famosa ley es un intento de vulnerar derechos fundamentales de las personas, sin la debida tutela judicial efectiva.El fin de ambas leyes era licito; combatir conductas delictivas, pero en ambos casos amparándose en una lentitud de los jueces, pretendían saltarse ese paso. Por eso a la Ley Sinde se le ha puesto el sobrenombre de Ley de Patada al Router.Según algunos el modelo discográfico y del cine debería de cambiar. Puedo estar de acuerdo, pero eso no autoriza a nadie a hacer negocio en páginas P2P con la obra de un artista que ha cedido “voluntariamente” los derechos de comercialización” a un productor o discográfica. Lo que La ley Sinde quería combatir es un delito; cuando te bajas música, películas, series, libros eres un ladrón.
Pilatos dijo: "¿A quién preferís entonces que os suelte, a Barrabás, el asesino, o a este Jesús de Galilea?" La Red contesto #leysinde y el Congreso crucificó a la Ministra.Entradas relacionadas: Estoy a favor del #manifiesto pero con maticesTECNOLOGÍAS DE LA INFORMACIÓN Y LA COMUNICACIÓN (TIC) DESDE UNA VISIÓN PRÁCTICA