30 minutos en tren desde el Downtown de Chicago. Tomando la línea verde desde el Loop se puede comenzar la experiencia de conocer un pequeño pero importante destino de viaje. Oak Park es una pequeña localidad al Oeste de Chicago que vive y respira el clima del típico American Way of Life. Después de un cómodo, rápido y seguro viaje en tren llegamos a la estación de Oak Park, descendemos unas escaleras y allí estamos, en medio de un pueblo que mantiene viva la imagen (al menos la que tenemos en nuestras mentes los de este lado del mundo) del Estados Unidos de los años 60. Prolijas calles, parques cuidados al extremo, construcciones de ladrillos, casas bajas, negocios con vidrieras estandarizadas, un ritmo calmo y un orden a prueba de extranjeros.
Oak Park tiene fama y bien ganada. Fuimos allí llamados por su renombre y nos sorprendimos por el encanto que nadier ecuerda mencionar. Las casas que la pueblan tienen sus parques verdes entre añosos árboles (robles en su mayoría, roble en ingles=oak), las calles anchas invitan a caminar y la amabilidad de su gente hace que no pensemos en irnos. Sin embargo vinimos a buscar las causas de su reconocimiento…y allí estábamos recién llegados y expectantes. Oak Park es conocida por dos importantes motivos. Primero que nada por ser el lugar donde vivió y construyó muchas de sus originales y rupturistas casas Frank Lloyd Wright. Este famosisimo arquitecto pasó allí casi 20 años de su vida y llevó adelante ,aparte de las obras que lo hicieron reconocido , más de 20 casas para personas del lugar, incluida la suya; las cuales son parte de un interesantísimo recorrido que se hace a pie y en unas cuantas cuadras. Su casa contiene el museo que lleva su nombre y es posible recorrerla totalmente. No hace falta saber de arquitectura para disfrutar y reconocer el valor de la obra de Wright.. Solo con caminar las calles de Oak Park uno comienza a distinguir su mano y su genio. El estilo uniforme de las casas que vamos pasando muta en un diseño de vanguardia (inclusive para nuestra época) en cada una de sus obras. Verdaderas obras de arte que adquieren un valor superior si uno se remonta a los años 20, en los cuales la mayoría de estas casas se diseño y construyó. Con eso en mente la dimensión de su creación y genio adquieren una nueva dimensión. Sin lugar a dudas la fama de Oak Park gracias al aporte de Wright esta bien ganada. Así fue como descubrimos el primer (y mas conocido) motivo para visitar Oak Park. Ahora nos quedaba un segundo desafío unir uno de los grandes escritores Norteamericanos y esta pequeña y prolija ciudad. A poco de andar por la ciudad uno comienza a saber que hay otro hijo dilecto en este recorrido retro. Es que Oak Park es el lugar donde nació y vivió hasta finales de su adolescencia Ernest Hemingway. En una personalidad tan multifacético, cosmopolita y trotamundos, como la del Viejo Hemingway encontrarse con un lugar que le “pertenezca” tanto es al menos sorprendente. Recorriendo y caminando entre las obras de Frank Lloyd Wright, se pueden visitar la casa natal de Hemingway y el museo que lleva su nombre, a dos cuadras de distancia uno de otro. La mayoría de nosotros reconoce el nombre de Hemingway por alguna de las películas basadas en su obra y seguramente por el final que le puso a sus días. El museo es fruto del esfuerzo de instituciones y particulares que pudieron lograr la recopilación de innumerables y valiosos objetos y testimonios de un personaje tan especial. Debo confesar que pague los 6 dólares de entrada con alguna desconfianza y también debo reconocer que el pedido de que me retirara a las 5 de la tarde me tomo por sorpresa y me hizo darme cuenta que había estado allí mas de 3 horas. Hay fotos, historias, anécdotas y papeles del escritor, como una autorización firmada por un capitán amigo suyo que lo autoriza a pedir y cargar armas del ejercito mientras esta en Europa como reportero en plena Segunda Guerra Mundial. La historia y las fotos de una (dos veces) fallida evacuación sanitaria en el medio de África (la avioneta en que viajaba se cayo, Hemingway sufrió algunos golpes y cosas por el estilo y allí debieron esperar una nueva avioneta que los rescatara… la que también se cayó.) donde uno imagina se habrá gestado “las nieves del kilimanjaro” …tal vez, Hay además muchas fotos familiares, explicaciones sobre su vida y sus orígenes, su paso por España y sus años vividos, sus hijas, sus hermanos, las películas que se hicieron con sus obras (las que mayormente detestó), fotos de su paso por la segunda guerra mundial, los amigos de copas, las noches interminables, sus papeles como enfermero en la primera guerra (lo hirieron al poco tiempo y paso un buen tiempo en un hospital antes de volver a Estados Unidos)…si, eso se parece a “por quien doblan las campanas”. Así fue la vida de Hemingway y así esta viva, en cierta forma, su esencia en Oak Park.
Una pequeña ciudad, hermosos arboles, un paseo por un tiempo que ya no existe, recorrer pequeñas historias de grandes hombres al paso de un reloj que siempre va mas lento; saber que Oak Park existe y esta allí… a 2 dolares de distancia del mundo como es hoy.
Te cuento del viaje. marcelo lopez. argentina