La leyenda de Santa Claus (Juha Wuolijoki, 2.007)
Ficha:
Título Original: Joulutarina.
Director: Juha Wuolijoki.
Guionista: Marko Leino.
Intérpretes: Hannu-Pekka Björkman, Otto Gustavsson, Kari Väänänen, Minna Haapkylä, Mikko Leppilampi, Mikko Kouki, Laura Birn, Antti Tuisku, Matti Ristinen, Ville Virtanen, Matti Rasilainen.
Productor: Juha Wuolijoki.
Fotografía: Mika Orasmaa.
Música: Leri Leskinen.
Montaje: Harri Ylönen.
País: Finlandia.
Año: 2.007.
Duración: 77 minutos.
Edad: Apta para todos los públicos.
Género: Drama, Familiar, Fantástica.
Distribuidora: Flins & Pinículas, S. L.
Estreno: 05-12-2.008.
WEB Oficial: Web Oficial de la película en España.
Espectadores: 94.058.
Recaudación: 520.942,45 €.
Calificación: 5,930.
Sinopsis:
En una remota aldea de Laponia, el joven Nikolas pierde a su familia en un accidente. Los lugareños deciden unirse para cuidar al pequeño huérfano. Así, cada familia se ocupará de Nikolas durante un año. Al final de cada año (el día de Navidad) Nikolas tendrá que mudarse a su nueva casa. Para demostrar su gratitud, Nikolas decide fabricar juguetes para los hijos de cada familia a modo de regalo de despedida. Con el paso de los años, las anteriores familias adoptivas del joven Nikolas se hacen más numerosas, y pronto se pueden ver juguetes en el umbral de casi todas las casas la mañana de Navidad. Cuando la escasez de alimentos azota a la aldea, los vecinos se ven forzados a enviar a Nikolas a trabajar como aprendiz con Iisaki, el carpintero ermitaño. Bajo la cruel tutela de Iisaki, Nikolas adquiere unas destrezas que le permiten elaborar unos regalos todavía mejores y trabajar aún más rápido. Pero Iisaki, que detestaba a los niños, prohíbe a Nikolas que siga haciendo regalos, con lo que la tradición navideña parece a punto de desaparecer…
Comentario:
Antes de ser un viejo barrigón de barba blanca, Santa Claus fue un niño como cualquier otro. Esta producción finlandesa especula sobre la infancia de un huérfano muy hábil tallando madera que se beneficia de la hospitalidad de las familias de un pueblo, hasta que llega la crisis y deciden confiarlo a un huraño buhonero que, poco a poco, se encariñará con él, a pesar de que, en un principio, lo acepta casi como un esclavo. Una nueva visión del mito.
Crítica:
12-12-2.008 – ANTÓN MERIKAETXEBARRIA
El rival de los Reyes Magos
Se han filmado infinidad de películas sobre Santa Claus, en los países anglosajones legendario personaje navideño, que deriva de San Nicolás de Bari. Una especie de rival de los Reyes Magos -o del Olentzero- que, con la llegada de estas fiestas, se ocupa de fascinar y dar buenos consejos al público infantil, en muchos casos incondicional del mismo. Por lo general, suele tratarse de producciones norteamericanas, donde Santa Claus es toda una institución, pero de vez en cuando, otras nacionalidades también se ocupan de presentárnoslo, de una forma un poco más idealizada que títulos como "¡Vaya Santa Claus!", "Fred Claus, el hermano gamberro de Santa Claus" o "Un invitado por Navidad"; porque "Un cuento de Navidad", del 'destroyer' Abel Ferrara, es otra cosa.
En "La leyenda de Santa Claus" es Finlandia el país encargado de promocionar al bonachón conductor de un trineo mágico tirado por renos, dispuesto a lanzar por la chimenea de las casas sus maravillosos regalos. De ahí que se distinga siempre por su fabulosa generosidad hacia los niños. La película del realizador Juha Wuolijoki desvela algunos de los secretos mejor guardados del pequeño que un día creció en los recónditos parajes de Laponia y se dispuso a cruzar los cielos de medio mundo para alegrar la Navidad a chiquitajos de toda condición.
Orígenes legendarios, pues, para una película infantil ideal para ver en familia, que tiene su encanto, en la que también figuran otros personajes, presentados de forma más realista, incluido el villano de la función, pero sin que provoque miedo, aunque sí rechazo. Peculiares orígenes, pues, para un Santa Claus mítico, fiel a su fuente original, amable y agradablemente entretenido. En cualquier caso, el último veredicto lo tienen los pequeños de la casa, y ya se sabe que el juicio del espectador infantil es mucho más implacable que el de cualquier crítico.
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