Revista Opinión

La libertad de expresión en peligro porque nos avergonzamos de ella

Publicado el 16 junio 2016 por Elblogderamon @ramoncerda

La libertad de expresión está en peligro porque en el fondo tenemos miedo de ella. A todos se nos llena la boca hablando de las bondades y de la necesidad de la libertad de expresión, pero… Sí, siempre hay un pero a continuación de nuestra defensa: unos dicen que sí, que libertad de expresión, pero siempre y cuando no ofenda a los católicos (el artículo de ayer podría ser un ejemplo de eso); otros que sí, que quieren la libertad de expresión, pero siempre y cuando no afecte críticamente a la familia real, o a la bandera, o al Islam, o a las tendencias sexuales, o a la raza…

La libertad de expresión que yo quiero y defiendo no es la misma que defiendes tú. Ese es el problema

#la libertad de expresión

La libertad de expresión no debería tener cortapisas

Ese y no otro es el problema, que no tenemos claro el concepto mágico de la libertad de expresión. Para que realmente pudiera llamarse así, mal que le pese a casi todo el mundo, no podría tener limitaciones de ningún tipo, entre otras cosas porque una vez entramos en la dinámica de prohibir o de regular, ya no hay fin. Por poner un ejemplo que ya he puesto alguna vez aquí en este blog: ¿Por qué no puedo yo defender que no haya existido el holocausto? Pues no, no se puede porque está prohibido, al menos en algunos países. O sea que puedo escribir un libro diciendo que hay vida en la luna y no pasa nada, pero si escribo un libro argumentando que lo del holocausto solo era propaganda militar (no estoy diciendo que yo piense tal cosa; es solo un ejemplo), resulta que podré estar cometiendo un delito. Eso sí, hay alguna sentencia que defiende que forma parte de la libertad de expresión, pero con matices; una cosa es la simple opinión y otra argumentarlo (escribir el libro que he dicho antes, por ejemplo), con lo que seguiría pudiendo ser considerado delito.

Si cuento un chiste de mal gusto en Facebook que «ofenda» a alguien, ya tenemos el problema… ¿Y cuándo no se ofenderá alguien?, pregunto. Siempre, siempre, cuando usamos ese tan manido y poco claro derecho sobre la libertad de expresión, saldrá alguien enarbolando un derecho, una creencia, una costumbre… Cualquier cosa. Cualquier cosa que intente (y a menudo consiga) coartar la libertad de expresión que todos defendemos y en el fondo parece que no queramos porque nos avergonzamos de ella.

¿Y para ti, qué es la libertad de expresión?

Ramón Cerdá


Volver a la Portada de Logo Paperblog