Después de lo ocurrido en Francia tras los atentados contra la revista Charlie Hebdo me ha llamado especialmente la atención la multitudinaria manifestación realizada en París, pero me ha llamado la atención por la dualidad «La libertad de expresión y las manifestaciones» y por algunos de los personajes que la encabezaban.
¿Por la libertad de expresión?
¿No es curioso que hayan encabezado esta manifestación representantes de Turquía, Gabón, Jordania, Israel, Rusia o Egipto? ¿Acaso son defensores de la libertad de expresión en sus respectivos países?
¿Quién defiende la libertad de expresión?
Y no solo los antes mencionados, ¿acaso no es llamativo que también nuestro máximo representante, el presidente Mariano Rajoy, estuviera presente? Después de todo, últimamente son habituales en España las medidas contra la libertad de expresión y manifestaciones. ¿Acaso la nueva Ley de seguridad ciudadana no va en contra de la libertad de expresión? ¿Qué podemos decir de la reciente imputación contra el representante de La Tuerka, que comentaba hace unos días en este mismo blog?
Estas cosas demuestran una vez más que este tipo de actos promovidos políticamente son una fantochada; todo ello sin contar los gastos que habrá generado. ¿Para qué? Sí, está bien que se defienda la libertad de expresión (yo soy el primero que lo hago), ¿pero sirven de algo estas manifestaciones? ¿Qué representan realmente quienes la encabezaban?
Por otra parte, Willem Holtrop, uno de los supervivientes de la matanza que no estaba en la trágica reunión, no se corta a la hora de opinar sobre el revuelo que se ha montado:
«Tenemos muchos nuevos amigos: el Papa, la reina Isabel II, Putin… Tengo que reírme. Marine Le Pen seguro que estaba encantada cuando supo que había islamistas disparando» «Vomitamos sobre toda esta gente que ahora dice que son nuestros amigos»,dice que muchos de los que apoyan al Charlie Hebdo «nunca lo han visto». «Hace unos años, miles de personas se manifestaron en Pakistán contra Charlie Hebdo. No sabían qué era. Ahora es al revés, pero si se manifiestan a favor de la libertad de expresión, bienvenido sea, claro».
Ramón Cerdá