Revista Opinión

La Libertad Emosional Del Perdón…

Publicado el 31 diciembre 2018 por Carlosgu82

Alguna veces nuestra libertad puede verse enturbiada por lazos afectivos demasiado fuertes por la dependencia de esa persona que queremos demasiado (y mal), la cual termina resultándonos tan indispensable que nos hace perder parte de nuestra autonomía. Igual que la dependencia afectiva, la negativa a perdonar nos encadena a quien queremos mal y enajena nuestra libertad. Tenemos tanta dependencia de las personas a las que aborrecemos como las que amamos de manera exagerada. Cuando le tenemos rencor a alguien, no dejamos de pensar en él; nos inundan sentimientos negativos que consumen gran partes de nuestras energías; y en la relación se produce un ” bloqueo” que no nos deja ni psicológicamente ni espiritualmente libre para vivir otros aspectos de nuestra vida. El rencor perjudica las fuerzas de aquel de quien se adueña y causa mucho daño en él. Cuando alguien nos ha hecho sufrir, nuestra tendencia espontanea es a guardar con cuidado el recuerdo del daño padecido, como una “factura” para cobrar en el momento oportuno, para exigir cuentas, y hacerle pagar al otro los que nos debe. De lo que nosotros no somos consientes es que esas facturas acumuladas terminan por envenenar nuestra vida. Resulta mucho más inteligente perdonar toda deuda, pues a la vez se nos perdonara todo a nosotros y nuestro corazón quedara libre.


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