Promover el liderazgo y la independencia financiera de las mujeres
Mahnaz Afkhami | Women's Learning Partnership
El empoderamiento de las mujeres es un proceso. Involucra crear conciencia, construir capacidades y reformar las leyes injustas que limitan la educación, la participación en las decisiones y la independencia económica de las mujeres. Mahnaz Afkhami, miembro del Consejo Global de IMOW, es presidenta de Women's Learning Partnership, que lucha por empoderar a las mujeres practicando y promoviendo su liderazgo y autosuficiencia.
El Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de las Naciones Unidas reconoce que "con arreglo a la Declaración Universal de Derechos Humanos, no puede realizarse el ideal del ser humano libre, liberado del temor y de la miseria, a menos que se creen condiciones que permitan a cada persona gozar de sus derechos económicos, sociales y culturales, tanto como de sus derechos civiles y políticos".
¿Cómo podemos crear las condiciones que estipula el Pacto Internacional? Permítanme comenzar recordando a una mujer maltratada que conocí en un poblado en Irán en 1978. Fue antes de la revolución, poco después de la aprobación de una ley de protección de la familia seminal que mejoró significativamente los derechos de las mujeres. Ella me dijo: "¿De qué sirve mi derecho a divorciarme de mi marido abusador y tener la custodia de mis hijos si no puedo alimentarnos y tener un techo en otro lugar que no sea la casa de mi marido?".
La reforma legal para mejorar los derechos de las mujeres es por supuesto esencial para su bienestar. Pero, como nos dice la protagonista de esta historia, el empoderamiento está en el corazón de la lucha por obtener justicia, derechos humanos e igualdad para las mujeres. La liberación de la necesidad está en el corazón del empoderamiento.
Y también la liberación del miedo. Para aquellos de nosotros que trabajamos para eliminar la violencia contra las mujeres sabemos que liberación del miedo y liberación de la necesidad están estrechamente ligadas.
Una mujer económicamente independiente tiene menos probabilidades de ser víctima sistemática de abusos y más probabilidades de romper un círculo abusivo. Pero la violencia sistémica que resulta de una tradición patriarcal no puede eliminarse a menos que las mujeres se empoderen en un sentido práctico.
Hoy, las mujeres musulmanas tienen uno de los niveles más bajos de participación en actividades económicas remuneradas. En algunos países de Medio Oriente y la región del norte de África, las mujeres todavía necesitan permiso de sus maridos u otro familiar varón para educarse, aprender un oficio o tener trabajo. Claramente, a pesar de que la reforma legislativa es extremadamente importante, el empoderamiento es la clave para la implementación de la ley.
Es interesante notar que en el siglo VII de la era cristiana, la ley islámica permitía a las mujeres tener propiedades y conservarlas al casarse, un derecho que mujeres en otras partes del mundo tardaron siglos en conseguir. Khadija, esposa de Mahoma, era una comerciante exitosa y fue la primera persona en seguir al profeta y, por consiguiente, la primera musulmana. Pero, a pesar de una tradición legal histórica y los antiguos modelos femeninos, la cultura patriarcal en los países con mayoría musulmana creó numerosos obstáculos para la participación económica de las mujeres.
El empoderamiento de las mujeres es un proceso, un enfoque holístico que implica crear conciencia, construir habilidades y reformar leyes injustas que limitan la educación de las mujeres, su empleo, su participación en las decisiones y, sobre todo, sus oportunidades de independencia económica.
Para hacer real este enfoque holístico, las mujeres necesitan ser incluidas en procesos y elecciones que no solo afectan su propia vida, sino la vida de todas las mujeres en su sociedad. Necesitan convertirse en líderes con la clase de visión que puede elevarnos a todos -mujeres y hombres- a una vida de justicia, igualdad y prosperidad que esperamos que nuestros hijos e hijas tendrán
Fuente: IMOW