La libertad según estudiantes de la Complutense

La Universidad Complutense de Madrid es el paradigma de la cultura, pero con “k” y por el desarrollo de actos que ponen de manifiesto el talante de sus estudiantes.

En este espacio hemos recordado como en una capilla sita en el recinto universitario, unos jóvenes progresistas, defensores de la cultura y de la libertad, se desnudaron ante un altar cristiano y mostraron actitudes obscenas, en un ejercicio de respeto a la libertad religiosa, del que no hacen gala despelotándose en la mezquita de la M-30 durante los oficios musulmanes.

Ahora se manifiestan en contra de Fraga, piden que sea juzgado por asesino y lo califican de represor; el grupo que conforma a los responsables de esta protesta, carece de miembros con más de veinticinco años de edad.

Hace un cuarto de siglo, esto es, en 1.987, gobernaba el PSOE; Franco llevaba doce años muerto y enterrado; España había conocido la transición y la alternancia en el poder, produciéndose ambos eventos sin ningún tipo de alteración o desorden, dentro de la más pura tradición democrática. Fraga, después de fundar Alianza Popular, fue el responsable del Partido Popular, gobernó con gran acierto Galicia durante varias legislaturas, modernizando hasta límites insospechados unas infraestructuras arcaicas de esta región; como ministro del régimen fue responsable de la creación de los paradores de turismo, que siguen a día de hoy, siendo emblemáticos dentro de la oferta hostelera de nuestro país. Es cierto que formó parte del gobierno del régimen, pero no parece que sea responsable de asesinatos. No tanto como D. Santiago, que se cuenta entre “los buenos”, según palabras del propio Peces Barba y se le nombra doctor honoris causa, mientras a D. Manuel se le condena vivo y muerto. Y todo esto por parte de gente que no cuenta veinticinco años de edad, que desconocen todo sobre el franquismo, salvo lo que hayan leído en los libros, con el sesgo propio de cada historiador. La ignorancia es la madre de muchos errores, y la forma de repetir el pasado por desconocimiento de la historia. En la Complutense, como Gallardón, mejor se estaban calladitos y empezaban por aprender a respetar las ideas y las confesiones religiosas ajenas. La libertad no está en contra del cristianismo ni del partido popular, pero sí de los violentos y de los demagogos, de quienes impiden las manifestaciones de cualquier tipo a personas con ideas diferentes a las propias. Es cuestión de la cultura y educación que falta hoy a nuestros jóvenes. Pero eso, sería otra historia…