Revista Opinión

La libertad y la prostitución del lenguaje

Publicado el 14 febrero 2016 por Norelys @norelysmorales
La libertad y la prostitución del lenguaje André Abeledo Fernández*.-- Palabras como “libertad” en el lenguaje de la oligarquía, en el diccionario de la democracia burguesa se refieren a privilegios cunando se traducen al idioma de la clase obrera.
Una de las que más repiten cuando atacan al comunismo acusándolo de ser un sistema totalitario, es la “libertad de comercio”, o traducido al lenguaje de clase, la libertad de explotar a otros para obtener un beneficio, la libertad para comerciar con los productos básicos, la libertad de enriquecerse a costa de la miseria de los pueblos.
Se refieren también a libertades como la de “pensamiento”, dicen que en el sistema capitalista uno puede decir lo que quiera, pero todos sabemos que no es así, en primer lugar porque o nadie te escucha, o tu voz es apagada mediante la violencia, o con leyes como la llamada “ley mordaza” que criminaliza la protesta.
Hablan de la “libertad de prensa”, porque cualquier millonario o multinacional pueden tener un canal de televisión o un periódico a su servicio, al servicio del pensamiento único, los medios de la oligarquía tienen patente de corso para mentir, difamar, ocultar la verdad, siendo realmente herramientas para desinformar a las masas, para confundir a la clase obrera. ¿Es eso libertad de prensa, o es terrorismo informativo?.
También nos dicen que en su democracia burguesa podemos votar, y eso es verdad, en el estado español podíamos elegir antes entre los de la rosa y la gaviota, y ahora tenemos hasta el naranja y el morado, pero esta democracia basada en el control de las masas mediante el miedo, la represión y el engaño, donde los que realmente dirigen nuestro destino son personas multimillonarias que están organizadas en grupos terroristas como el Banco Mundial, el FMI, el Club de París y tantos otros grupos de poder a los que nadie vota y que controlan los mercados mientras gobiernan el mundo con mano de hierro y crueldad psicópata, son ellos los que controlan los gobiernos que nosotros creemos que elegimos para gobernarnos.
Tratan de confundirnos comparando a la “dictadura del proletariado” con regímenes dictatoriales a los que ellos apoyan y financian, pero el verdadero significado de la dictadura del proletariado es la del poder en manos de la clase obrera, es un sistema donde los intereses de la mayoría están sobre los de la minoría, donde los explotadores no tienen la libertad de explotar ni enriquecerse con el trabajo del pueblo trabajador, donde los poderes económicos son destruidos, donde los grupos de poder son tratados como organizaciones criminales, como lo que realmente son.
El comunismo básicamente trata de establecer un sistema donde cualquier persona por el hecho de haber nacido tiene derecho a una vida digna y a tener sus necesidades básicas cubiertas, este es el primer paso hacia la libertad con mayúsculas, el comunismo es el único sistema donde esa libertad con la que soñamos puede hacerse realidad.
En estos tiempos de prostitución del lenguaje, donde se niega hasta desde ciertos partidos de la mal llamada izquierda la vigencia de la lucha de clases, donde se inventan palabras para desterrar el lenguaje de la clase obrera de sus discursos, creo que es muy necesario decir ciertas cosas en el lenguaje en el que debemos hacerlo como comunistas, sin tapujos, ni complejos.
Camaradas organicémonos y demos un paso al frente con audacia, organicémonos, recuperemos con nuestro discurso y sobre todo con nuestro ejemplo el prestigio del comunismo entre la clase obrera.
* André Abeledo Fernández, Concejal de Esquerda Unida en Narón, Militante Comunista y Sindicalista
http://larepublica.es/2016/02/14/la-libertad-y-la-prostitucion-del-lenguaje

Volver a la Portada de Logo Paperblog
Por  Susi Gonpaz
publicado el 17 febrero a las 18:00

Jiji. Comunismo, una de las palabras más prostituída. No sólo de tener las necesidades básicas vive el ser humano, hay otras necesidades imprescindibles para crecer como personas que no se contemplan en los países comunistas.