La librería del señor Nobson
Por permanentjoseLa librería del señor Nobson se encontraba bajo unos arcos de piedra en una pequeña plazoleta de Shilton. Hasta aquí se llegaba serpenteando por callejuelas que, aunque uno las atravesara mil veces, nunca daban la impresión de ser las mismas. Siempre oscuras y calladas, acababan acompañando al transeúnte hasta la puerta del viejo librero, impidiendo de una manera casi mágica que pudiera llegar a extraviarse. Sobre la puerta únicamente encontramos un destartalado cartel de madera en el que reza la leyenda: “Casa del Sr. Nobson. Se venden historias”.
Una vez dentro no resulta sencillo describir aquel espacio. Quizás el caos ordenado le hiciera justicia y fuera el concepto más aproximado. No más de diez recias estanterías forraban sus paredes. En el centro se enfrentaban varias mesas de una robusta madera oscura que albergaban cientos de ejemplares, dispuestos en disparatadas pilas equilibristas. Discretos ventanucos superiores proyectaban largos chorros de luz natural, dejando el resto de la estancia a media penumbra. A pesar de tal desbarajuste organizado, todo parecía misteriosamente limpio y pulcro, cosa que era de agradecer.