Revista Libros

La librería: diez años

Publicado el 30 julio 2011 por Libelulalibros

Yo no sé si Pablo Felipe y Carolina alcanzaron a pensar que su librería cumpliría diez años. Si cuando firmaban contratos y pagarés pensaban en la década siguiente. Seguramente no: el trabajo no es un asunto de expectativas futuras, es levantarse, durante diez años, a la misma hora. Conocemos en algo la historia: la escandalosa factura del teléfono que llegó mientras hablaban con las editoriales, que, a regañadientes, iban mandando libros; el cuaderno donde, a falta de un computador, anotaban los libros para luego cuadrar las cuentas; los estantes casi vacíos cuando decidieron, un 30 de julio, abrir Libélula. Las historias quizá algún día alguien con más juicio las contará detenidamente, yo me contento hoy con la idea de que la librería existe porque siempre hay alguien que quiere un libro. Para la muestra: el que busqué durante años llegó esta semana: El malogrado de Thomas Bernhard.

No todas las historias tienen un final feliz, no son pocos los clientes que jamás encuentran ese libro que alguna vez leyeron, tuvieron, o quisieran tener, porque alguien, hace muchos años, un amigo, les recomendó. De una librería siempre se espera una buena noticia, y pocos saben que poder darla es casi un milagro. Y no es hagiografía; es un asunto de simple estadística.

Yo no pienso en otros diez años; Pablo Felipe tampoco, creo. Más le vale. Sí pienso en levantarme a tiempo y en no llegar tarde, en organizar los libros y que la vitrina quede bien, en repetir eso todos lo días. Aprender a repetirse. Al día siguiente se pueden cumplir diez años.

Tomás David Rubio C. Libélula Libros


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