Un pasito en mis múltiples propósitos.
Florence Green es una mujer pequeña de aspecto, delgada y huesuda, un poco insignificante, que pone en marcha una librería en 1959 en un pequeño pueblo. Quiere demostrar a Hardborough y a si misma que ella existía por derecho propio. Y elige hacerlo de un modo aventurado, en un sitio donde “La gente no quiere comprar libros, ha perdido el deseo por las cosas raras”.
Encontrará amigos y ayudantes en su proyecto, también enemigos, trampas y dificultades. Sin ser extraordinario, el libro es correcto, entretenido y está bien escrito. No es una apasionante historia libresca pero agrada ver cómo va creciendo la protagonista.