Revista Educación
Hay una canción con el título “La lista de la compra” del grupo español “la cabra mecánica” que empieza así:“En el mismo folio
la lista de la compra y una canción
como un cupón
de los ciegos
rima la soledad
con el atún en aceite vegetal
en oferta
¡vaya precios sin competencia!” ……..
Entregar la lista de la compra y abrir un debate político desde principios de este verano sobre la conveniencia o no de abrir los comedores escolares para familias en situación de exclusión social, es la mejor forma de hacer visible la pobreza.Es verdad que toda esta situación sale a la palestra cuando aparecen diversas encuestas en los medios de comunicación y cuyos resultados marcaban un alza en la desnutrición del colectivo infantil en nuestro país, algo intolerable y que remueve las conciencias de la clase política. Podemos definir “pobre” como un estado de existencia en el cual una persona no tiene cubiertas las necesidades básicas para vivir. Ante esta situación todos sabemos que si los niños y las niñas están en situación de desnutrición, también lo estarán sus familias, a la vez se verán privados de sus derechos fundamentales y de sus perspectivas de futuro. La pobreza le impide a los niños y niñas sobrevivir y le dificulta todos los aspectos de su desarrollo, ya sea físico, emocional, mental, cultural, social y familiar. No estoy de acuerdo en que se abran los comedores escolares o que se entreguen cheques para comprar, si eso no está acompañado de otras intervenciones sociales, eso sería aislarles de la realidad. Estos niños y niñas no necesitan ser distintos, todo lo contario, disfrutar como lo hacen los demás durante el verano. Soy partidario de algunas propuestas que han surgido, desarrollar actividades de verano para todos y todas, con programas de actividades entre las que se incluye la comida. Como profesional de los servicios sociales considero que el enfoque debe ser integral y multidimensional, no sólo asistencial. Poder desarrollar una intervención familiar durante todo el año, con acciones que prevengan la exclusión social, de tipo socioeducativo, y con una garantía de ingresos mínimos que puedan cubrir las necesidades básicas de todos los miembros de la familia, lo demás serán buenas intenciones y parcheos.
Samuel N.P.