La lista de los más felices del mundo

Acaba de salir la lista de los más "afortunados" de España. Este conocido ranking sobre los más ricos lo ha elaborado la versión española de la revista Forbes preparando el listado global de ricos que se publicará en marzo. ¿Te gustaría estar incluido en esa lista? A mí sinceramente no.
 Me gustaría estar en la lista de los más felices del mundo. Esa lista no existe, aunque sí existe una lista de los países más felices, pero teniendo en cuenta que la lista la elabora la  Organización para la Cooperación Económica y el Desarrollo y que lo que mide es el bienestar económico y social y la esperanza de vida de sus habitantes no se puede decir, a mi entender , que esto sea equivalente a la felicidad. Sin embargo cada vez que se hace una encuesta sobre felicidad global los filipinos aparecen entre los pueblos más satisfechos a pesar de su pobreza y de que su país haya sido declarado como "el lugar del mundo más afectado por los desastres naturales". Por el contrario, Hong Kong, con una renta per cápita 20 veces mayor aparece en los últimos lugares de los mismos sondeos de felicidad.
En lo que se refiere a felicidad individual en 2007 hubo un estudio de la Universidad de Wisconsin que midió el grado de estrés, enojo y placer entre otras sensaciones. Los resultados de los cerebros estudiados fueron comparados y clasificados en rangos que medían desde el muy feliz hasta el muy infeliz. Se consideró como el hombre más feliz del mundo a Ricard Matthieu , asesor personal del Dalai Lama, aunque él mismo declaró con respecto a este hecho que había mucho de publicidad en ello, aunque lo que sí quedo demostrado es que como Ricard declaró: Lo que te hace feliz no es “tener”, sino “descubrir”, pues la felicidad está en uno mismo.
 Los neurocientíficos americanos no creen que sea casualidad que durante los estudios llevados a cabo los mayores registros de felicidad fueron detectados siempre en monjes budistas que practican la meditación diariamente. Para Ricard Matthieu la felicidad es un tesoro escondido en lo más profundo de cada persona. Atraparla es cuestión de práctica y fuerza de voluntad, no de bienes materiales, poder o belleza. Los que llegan al final del viaje y logran la serenidad que lleva a la dicha, asegura Ricard, sienten lo mismo que un pájaro cuando es liberado de su jaula. Por eso la lista Forbes no me parece la más envidiada ,  lo que mide son bienes materiales y yo aspiro a aquello que no es cuantificable y que no puede ser medido porque es infinito y no se acaba nunca, ¿y vosotros?
(Fuente consultada: www.elmundo.es)