Nunca olvidaremos a este horrible payaso nacido de lo peor de nuestros terrores y pesadillas. Todos reconocemos la película It, nacida de la novela del mismo título y escrita por Stiphen King. Pero la novela guarda otros misterios. Cuando Stephen King publica en 1984 su famoso relato It logró confundir a sus lectores más despiertos con dos enigmáticas citas en latín, de Plinio y Virgilio, respectivamente: Apparebat eidolon senex y Quaeque ipsa miserrima vidi, et quorum pars magna fui. La simple constatación de que el conocido autor utiliza dos textos en latín no da cuenta de la complejidad del hecho en sí. Hace unos años, tuve la suerte de publicar en la revista NOVA TELLUS, de la Universidad Autónoma de México, un trabajo sobre la función de las citas latina en la literatura fantástica moderna que terminaban explicando este capricho literario de Stephen King. POR FRANCISCO GARCÍA JURADO. HLGE
Precisamente, mediante estos dos pasajes, fácilmente reconocibles por nosotros tras leer el artículo citado, se observaba cómo Stephen King estaba rindiendo un justo homenaje a Charles Maturin, que es quien utiliza tales textos, tanto el de Plinio el Joven como el de Virgilio, en su novela Melmoth el errabundo. De esta forma, Stephen King da una muestra indiscutible del importante papel que tales textos, entre misteriosos y cultos, han desempeñado a lo largo de la historia del relato gótico, primero, y del relato fantástico de terror, su natural continuador, después. Es por ello por lo que, lejos de ser una mera anécdota, o algo marginal, el complejo acervo de textos antiguos que encontramos en los modernos relatos permite, en su conjunto, la posibilidad de estudiar otras lecturas de la literatura grecolatina en la modernidad, más allá de la estética clasicista.
Las motivaciones de tales lecturas clásicas son, además, variadas y cualitativamente distintas. Es destacable la importancia que tienen las antologías, escritas o implícitas, que seleccionan textos clave de la literatura de la Antigüedad, como la carta sobre los fantasmas de Plinio el Joven, verdadera precursora de los relatos fantásticos sobre el tema. Otro factor de elección viene dado por la búsqueda de lo recóndito, de lo deliberadamente raro, como puede ser la lectura de noticias curiosas o datos literarios en una obra de erudición, como la del gramático Aulo Gelio. Finalmente, no debe olvidarse el peso de la educación escolar y del canon de autores que esa educación hace posible, en especial la poesía de Virgilio. En este caso, el recurso a un autor escolar puede tener un valor añadido de nostalgia por la juventud. Para saber más, sólo hay que pinchar en el enlace siguiente:http://www.scielo.org.mx/scielo.php?pid=S0185-30582008000100006&script=sci_arttext y dejarse llevar por la magia de la literatura que nace, precisamente, de la literatura. FRANCISCO GARCÍA JURADO