Hacía tiempo que no leía nada sobre uno de mis temas favoritos: la II Guerra Mundial. Trasteando por la red me encontré con la reedición (con motivo de la versión cinematográfica) de 'La llave de Sarah', de la escritora francesa Tatiana de Rosnay.
El resultado ha sido una lectura rápida pero a la vez dura ya que los acontecimientos que se narran ocurrieron de verdad. Eso sí, los personajes (la autora lo aclara) son ficticios.
París 1942: tiene lugar la redada de Vel d' Hiv: la propia policía francesa arresta a más de 13.000 judíos, en su mayoría eran mujeres y niños. Fueron llevados al Velódromo de Invierno y fueron sometidos a todo tipo de humillaciones públicas. Una semana después y tras su traslado a las afueras de París fueron llevados a Auschwitz donde finalmente fueron cruelmente asesinados.60 años después la periodista Julia Jarmond es la encargada de investigar estos acontecimientos para la revista en la que trabaja. Por acrobacias del destino llega a la vida de Sarah o, mejor dicho, Sarah llega a su vida. La niña logró escaparse del velódromo pero tuvo que vivir una tragedia aún mayor.Poco a poco las piezas del puzzle van encajando y Julia no sólo tendrá que enfrentarse a esos hechos de manera profesional, tendrá que armarse de valor para descubrir por qué esa niña está tan vinculada a su vida. A partir de este momento vivirá una auténtica pesadilla y el único que puede (y quiere) ayudarla es Eduard, su suegro.Al final lograrán descifrar los horrendos acontecimientos del pasado pese férrea oposición de Bertrand (marido de Sarah).
Si tuviese que describir este libro con una palabra sería intenso. Aunque también es trepidante, emocionante y hermoso. Se unen dos vidas separadas en el tiempo pero que de una forma u otra están vinculadas y Julia tendrá que usar lo que descubre para seguir con su vida.Me ha gustado especialmente la estructura de la narración ya que en un primer momento los hechos ocurridos en 1942 y los de 2002 se van acompañando y acompasando. En el momento que Sarah usa la llave de latón la trama da un vuelvo definitivo que nos dejará sin aliento hasta la última página, hasta la última palabra.La culpa, el dolor, la traición, la guerra y el amor son los puntos fuertes que forman una novela perfecta, llena de sentimiento pero sin sentimentalismo barato.
De nuevo la II Guerra Mundial y París son el marco de un libro precioso y magnético que seduce y atrapa pese al horror, pese al dolor que atraviesan nuestras dos protagonistas. Creo que está magistralmente escrito: una prosa sencilla y elegante que combina la primera y la tercera persona pero sin cambios bruscos.Merece la pena acercarse a este relato cargado de recuerdo y esperanza porque hay cosas que nunca se deberían olvidar. De 10.