La llegada de Manuel Valls a la política española representa una valiosa inyección de esperanza y aire fresco

La candidatura del ex primer ministro francés Manuel Valls a la alcaldía de Barcelona, representando a Ciudadanos, constituye una brillante jugada del partido de Albert Rivera, que eleva así el nivel de la política española, marcada en las últimas décadas por la mediocridad y la bajeza. Valls es un político con una valiosa experiencia y gran prestigio en Europa, cuya inserción en la política española eleva el nivel tradicional de las candidaturas que presentan en España los partidos políticos y dignifica el cargo de alcalde en las grandes ciudades españolas. --- El ex primer ministro francés Manuel Valls ha asegurado que está estudiando la propuesta de Ciudadanos. Para los demócratas españoles, esa candidatura abre una puerta a la esperanza porque representaría el retorno de personajes con experiencia y mérito, ausentes de la política española en las últimas décadas, en las que la mediocridad y la vulgaridad han inundado los ministerios, las alcaldías y numerosos cargos en las instituciones públicas.

Valls nació en Barcelona y se ha ido implicado progresiva y voluntariamente en la política española desde que dejó de ser primer ministro de Francia. Sus opiniones públicas contra la independencia de Cataluña han representado una inyección de aire fresco para la ciudadanía española, atribulada por la intensidad del conflicto independentista y la torpeza e incapacidad del gobierno español para acabar con esa rebelión golpista.

Valls ha dicho que la lucha contra la indepedencia de Cataluña es un tema muy importante para Europa y que le gustaría seguir interviniendo en ese debate, "de una forma u otra".

Nacido en Barcelona e hijo de catalán, afirma: Quiero dar a Cataluña y a España mis orígenes", lo que le ha abierto las puertas de la política española, realmente necesitada de "fichajes" de envergadura, que eleven el tono mediocre y vulgar de su clase política, desprestigiada en España y el mundo por sus escándalos de corrupción y por la torpeza endémica de la política española, que ni siquiera ha conseguido estar representada con la fuerza que le corresponde en las instituciones europeas y mundiales.

Valls ha asegurado que hay presos políticos en países como Venezuela, pero no en las democracias europeas, por lo que ha vaticinado que la extradición del expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont a España desde Alemania "se va a hacer".

"España es un estado democrático de derecho con una Constitución de las más democráticas que existen en el mundo, pero no hay posibilidad para Cataluña de salir de España", ha afirmado. También ha gritado con firmeza que el nacionalismo equivale a la guerra, refiriéndose a la penosa y sangrienta experiencia de Europa con el nacionalismo alemán y de otros países, causantes de dos guerras mundiales y responsable de decenas de millones de muertes.

Si Valls acepta ser candidato por Ciudadanos, va a tener que echar mano de toda su experiencia y recursos para hacer frente a los ataques que recibirá de la mediocre y corrompida clase política española, que verá en él francés recién llegado todo un desafío para la vulgaridad, la torpeza y la corrupción que ellos han impuesto en las esferas del poder español.

Francisco Rubiales