Navarro levanta la Lliga Catalana - Ricard Rovira / FCBQ.
Superar lo casi insuperable y cuadrar una temporada perfecta es el reto del Barça de Xavi Pascual, que en los dos últimos años sólo ha perdido dos títulos. El objetivo azulgrana es ganarlo todo y jugar mejor. Y su inicio no admitió dudas, sino que se asemejó a un entrenamiento con público, pues pasó por encima de la Penya (54-94) para llevarse el primer trofeo del curso, su 15ª Lliga Catalana en el Nou Congost de Manresa.Apenas hubo partido, apenas hubo un duelo real, lo que duró el primer cuarto, concluido con empate a 18 y que resumió lo que vendría después. El Barça buscaba una y otra vez las canastas sencillas, tan masticadas y cercanas al aro que no hizo ni un tiro de dos exterior y metió sus primeros once tiros debajo del aro. El protagonismo era de los pívots, caso de Ndong (el mejor con 15 puntos y cinco rebotes) y de Lorbek, espléndidos ante una Penya atenta al rebote ofensivo, pero tierna y muy colegial que perdía pelotas sin remedio, hasta 27 en total. Una barbaridad en un equipo que echa mucho de menos a Norel, lesionado desde enero, y que no pudo contar con un puntal como Pere Tomàs. Pooh Jeter recordó al Tucker más anárquico y Jelinek continúa siendo la gran esperanza verdinegra del nuevo conjunto de Salva Maldonado, que no se fue por las ramas: "No hubo historia".
El mago Huertas
Un encuentro que quedará como la primera copa de los cuatro nuevos fichajes. Wallace, el último en llegar tras su periplo para obtener el pasaporte del Congo, se mostró vulnerable en defensa -se cargó pronto de personales-, pero muy fino desde más allá de 6'75. Eidson se quedó sin anotar un triple (0/3) y se comportó mejor como asistente, mientras que Rabaseda estuvo más revolucionado de lo que pedía un partido resuelto, como si se obsesionase con agradar pronto al entrenador. Un técnico muy satisfecho de contar con Marcelinho Huertas, un mago capaz de cualquier cosa, como de dar una asistencia de espaldas a una mano para Ndong, que anotó en su segunda oportunidad. El pívot senegalés hizo dos de los diez mates de un Barça que alcanzó los 122 puntos de valoración.
"Esperemos que en el futuro nos puedan plantar cara", deseó Sada. "Ya puede contar con ello", le replicó Trias, tan perdido como Llovet, mejor estuvieron Todorovic y Williams. 40 puntos es una diferencia abismal y fantástica para un Barça que no bajó sus prestaciones, que siempre jugó con el inconformismo y la inquietud que ha aprendido de Pascual. Ingles sonreía a cada triple, Navarro tenía la punta de mira desenfocada con los triples (1/6) y el propio Sada se merendaba a Oliver, minúsculo, en otro regreso al Nou Congost con otra camiseta.
Pooh Jeter iba por libre y sumó 14 puntos. Casi ocho minutos estuvo sin anotar la Penya, seca y descompuesta, a merced de las travesuras de Huertas, la contundencia de Vázquez y de todo el Barça en general, pues cada azulgrana sumó puntos y cogió rebotes. En una jornada especial para Navarro, que después del adiós de Grimau levantó la 15ª Lliga Catalana como capitán. La Bomba espera repetir otra foto feliz en Bilbao, en la Supercopa ACB de este fin de semana.
FIATC MUTUA JOVENTUT 54 (18+14+15+7): Jeter (14), Jelinek (10), Obasohan (3), Llovet y Williams (9) -quinteto inicial-, Trias, Todorovic (8), Van Lacke (4), Barrera (4), Oliver (2) y Suárez. BARÇA 94 (18+31+26+19): Huertas (6), Eidson (5), Rabaseda (5), Wallace (6) y Ndong (15) -quinteto inicial-, Lorbek (11), Ingles (13), Vázquez (9), Navarro (11), Sada (5) y Perovic (8). Árbitros: Juan Carlos Mitjana, Oscar Perea y Luis Guirao. Sin eliminados. Incidencias: final de la 32ª edición de la Liga Catalana ACB disputada en el pabellón del Nou Congost de Manresa ante unos 2.500 espectadores.